Culpa e´Chavez
La oposición Venezolana en su largo derrotero por sacarse de encima su pesadilla que es Hugo Chávez, se presenta a las elecciones del próximo 7/10 con un aparente Unidad detrás de la candidatura de Henrique Capriles Radonski, representante de la más rancia burguesía Caraqueña. Adecos, Copeyanos, ex izquierdistas renegados, el empresariado corporativo, banqueros estafadores prófugos, los partidos de derecha con un nuevo ropaje, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Globovisión y buena parte prensa amarillista, la embajada gringa y una furibunda derecha internacional, representada por el narcotraficante Uribe, el fracasado Vargas Llosa, franquista Rajoy, el inservible Macri, los terroristas mayameros, que se han alineado detrás de su pupilo, con un solo objetivo: derrotar a Chávez a como sea y con una sola idea, todo cuanto a ocurre en Venezuela y sus alrededores es Culpa ´Chávez.
La oposición en su laberinto semejante alquimia política ni es nueva, ni es producto de su repentina vocación democrática. Hay que recordar que para el primer triunfo de Chávez del 98, la oposición tuvo que unificar su candidatura, ante el huracán que avecinaba, después de 40 años de bipartidismo con su democracia representativa, corrupta, privatizadora, represiva, Caracazo mediante y cuanto intento pudieron pergeñar para sostener el modelo neoliberal. El triunfo popular con el 53% de los votos, luego el referendo, la constituyente, nuevo triunfo de Chávez con el 57%(con la nueva constitución), puso en alerta la oposición que empezó a mostrar su doble agenda, la del golpe del 2002, el paro petrolero, la Plaza Altamira, la conspiración terrorista, agenda que fue chocando con la fortaleza de un pueblo que crecía en conciencia y en unidad con las Fuerzas Armadas Bolivarianas. En un intento de retomar la senda democrática, la oposición apela legítimamente al derecho constitucional, del revocatorio de mandato presidencial en el 2004, convirtiéndose en confirmatorio con el triunfo Chavista por el 60% de los votos. En una de las elecciones más observadas y originales del mundo, la oposición grita fraude, y todavía estamos esperando las pruebas que prometieron presentar en las 48 horas. Luego se retirarían horas antes de las elecciones parlamentarías, por culpa del “réegimen hegemonista electoral”, y luego ganarían varias gobernaciones y alcaldías, con el mismo sistema electoral, sin que ello fuera cuestionado por las fuerzas Bolivarianas ni por ellos mismos. Las últimas elecciones presidenciales, Chávez se impondría con el 63 % de los votos (7,2 millones de ciudadanos). Este comportamiento de doble agenda ha sido la constante de estos demócratas a la carta, que solo son triunfos los propios, y no hay nada que haga pensar que no harán lo mismo en esta confrontación. Para ellos Chávez es un tirano, sucio, malo y feo, un castrocomunista, el eje del mal, que amenaza la libertad de prensa y es seguido por hordas rojas que amenazan la sacrosanta propiedad privada.
La ultraderecha hegemoniza la oposición como resultado de las dudosas elecciones internas, Henrique Capriles Radonski se convierte en el candidato de la unidad. Hijo de millonarios por parte de padre (cadena de medios Capriles) y madre (dueña de cadenas de cines), Henriquito, después de una pasantía juvenil por la secta Tradición, Familia y Propiedad, gana una curul de diputado en el 2000 por el difunto partido Copei (socialcristiano) por el estado Zulia, estado que nunca vivió y apuntalada con billetes de la familia para que el nene debutara en política. Se convierte en el diputado más joven y presidente de la cámara, cámara se pronto extinguiría con la nueva constitución bolivariana, pasando de bicameral a unicameral, la actual Asamblea Nacional. Poco después fundaría el partido Primero Justicia, con sus amigotes de la pituca urbanizaciones Chacao y Baruta, producto de un defalco de la mamá de Leopoldo López, de unos dinerillos donados por la entonces Pedevesa, a la ONG que los nenes regenteaban. Se hacen fuertes en las alcaldías del este de Caracas, gozando de una vida farandulera y de malas costumbres, convirtiéndose en una bandita con la impunidad que les daba el dinero, regenteando casinos y chantajeando comerciantes desde su poder en las alcaldías. Muy pronto mostrarían su calaña fascista y revanchista durante el golpe del 2002 contra el gobierno popular, cuando Capriles aparece comandando el asalto la embajada Cubana como alcalde donde hace sede la misma, saliendo desaforados junto a López y su bandas a cazar chavistas en la embriaguez triunfalista del gobierno de Carmona “el breve”. De esta manera se fue amasando la hegemonía y la fortuna de este grupo llamado Chacao Boys, que más que la presidencia se propone tomar el control de la derecha venezolana, sus poderes regionales y locales y los frondosos recursos en verdes de los intereses de la derecha internacional y el poder mediático. La tan mentada unidad es un espejismo, ya que la tarjeta de la MUD (mesa de la unidad democrática) fue puenteada por Primera Justicia y un Nuevo Tiempo, con sus propias tarjetas, todos con la candidatura de Capriles. De esta manera la derecha tradicional, Acción Democrática y Copei, los grupos de izquierdistas renegados fracasaron en la lista única agrupándose en la MUD y entre PJ Y UNT se disputarán la hegemonía por la nueva derecha radical. Media docena de otras agrupaciones también con sus propias identidades con la figura de Capriles.
La derecha se desmorona a poco andar el comando Venezuela de Primero Justicia va desplazando al comando de la MUD y el candidato se corta solo, no quiere ni aparecer junto a sus socios de la MUD. Con su grupo de asesores nacionales e internacionales especialistas en guerra sucia, van mimetizando la figura y en los gestos del candidato con la de Chávez, disfrazado de progresismo, joven enérgico y de ser lo nuevo. Sin embargo, al presentar la propuesta electoral de la derecha al Consejo Nacional Electoral, programa firmado todos los precandidatos, se va desnudando la esencia de la propuesta, de furibundo corte neoliberal, privatista, y antinacional, propuesta que fue necesario que Chávez denunciara, ya que sus propios progenitores escondían y negaban. De sus propias filas fueron irrumpiendo voces disidentes al paquete neoliberal propuesto; un ex gobernador, un diputado del socio de UNT, cuatro partidos que le retiran el apoyo a Capriles, todos expulsados por comando Venezuela. El candidato en su habitual “yo no fui” niega el Programa de la MUD que oportunamente firmó, que ahora transformado en comando Venezuela y afirma no estar obligado a sostener. Y por si fuera poco, la guinda de la torta, aparece un video filmado por un empresario aparentemente despechado, de otro lugarteniente de Capriles, el diputado de Primero Justicia, Juan Carlos Caldera, recibiendo una paca de billetes a nombre del jefecito. Un escándalo que provoca la expulsión del diputado, y que va abriendo grietas insalvables en la oposición, exponiendo la fraudulenta forma de financiación y el uso discriminatorio de los fondos por el núcleo duro cercano a Capriles. El secuestro del comando Venezuela del candidato, el programa y los recursos hacen sumamente peligroso el desenlace ante próximas elecciones y dan luz sobre la verdades intenciones de la derecha venezolana, que lejos de la imagen de progreso y nueva propuesta, representa el pasado, la vuelta atrás al proyecto neoliberal, el golpismo, el capitalismo depredador y la obsecuencia más rapaz con los amos del norte. Por ello afirmamos que lo que está en juego el proyecto de la antipatria o el de la patria, el proyecto de la ultraderecha capitalista y el proyecto de la liberación nacional y el socialismo. un abrazo bolivaiano Rodolfo "finti"Carballo
