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desde Cumaná

domingo, 28 de febrero de 2010

Notas al hilo de los dias

NOTAS AL HILO DE LOS DÍAS

La crítica pública
La crítica pública es, por encima de todas las cosas, un acto de libertad y no puede estar sometida a condicionamientos, a cortapisas.
¿Qué sería una crítica pública condicionada? ¿No sería, acaso, un sinsentido que poco y nada ayudaría a nuestra Revolución?
Uno no puede sino estar de acuerdo con aquel lúcido planteamiento del mexicano Daniel Cosío Villegas: hacer pública de verdad la vida pública del país. Sin crítica pública, sin discusión abierta, sería poco menos que imposible.
Hacer pública de verdad la vida pública: en Revolución no hay otro camino. Todo está necesariamente en discusión y en todos los espacios. No hay temas tabú.
Escuchemos a Rosa Luxemburgo: Sólo la vida sin obstáculos, efervescente, lleva a miles de formas nuevas e improvisaciones, saca a la luz la fuerza creadora, corrige por su cuenta todos los intentos equivocados.
Hay que seguir peleando por un ejercicio colectivo de la crítica que está más allá de las adjetivaciones al uso: la crítica no es ni constructiva ni destructiva. Destruye y construye al mismo tiempo. Problematiza y debe problematizar a fondo.
Gramsci: gobernantes y gobernados
Al releer Notas sobre Maquiavelo, la política y el Estado moderno de Antonio Gramsci (publicadas por primera vez en 1949), me encuentro con unas preguntas de una extraordinaria pertinencia política y que son de la mayor importancia para la Revolución Bolivariana de cara al presente y, por supuesto, al porvenir:
¿Se quiere que existan siempre gobernados y gobernantes, o por el contrario, se desean crear las condiciones bajo las cuales desaparezca la necesidad de la existencia de esta división?, o sea, ¿Se parte de la premisa de la perpetua división del género humano o se cree que tal vez tal división es solo un hecho histórico, que responde a determinadas condiciones?
Más allá de su admiración por Lenin, cuánto se aleja Gramsci, al hacer estas preguntas, del leninismo y de su devenir histórico. El “socialismo real” y, por supuesto, el modelo leninista de partido, no hicieron otra cosa que perpetuar la existencia de esta división.
Recuerdo aquella constatación de Michel Foucault: ¡Somos todos unos gobernados¡ Y, por eso mismo, queremos dejar de serlo en realidad y en verdad.
Vuelvo a Gramsci y a la utopía concreta que podemos trazar a partir de sus palabras: crear las condiciones para que desaparezca la división entre gobernantes y gobernados, esto es, entenderla como un hecho histórico que puede y debe ser superado.
Utopía concreta, ciertamente, en la que se encarna una nueva concepción del poder. Y en la que se juega el porvenir de la Revolución Bolivariana.
Una viejísima conseja
La viejísima conseja stalinista de no darle armas al enemigo sólo ha servido para neutralizar o silenciar el disentimiento, la denuncia, la crítica.
No darle armas al enemigo equivale a posponer indefinidamente la discusión necesaria.
No darle armas al enemigo es, en el fondo, promover una suerte de estupidización colectiva.
No darle armas al enemigo no es otra cosa que un chantaje, el más vil de los chantajes, del que se sirve la contrarrevolución que llevamos por dentro para jodernos.
Memorias del subdesarrollo y el cine venezolano
Vuelvo a ver esa extraordinaria película cubana llamada Memorias del subdesarrollo (1968) de Tomás Gutiérrez Alea: una obra maestra que no hace sino renovarse con el tiempo. Formalmente impecable sin dejar de ser un documento político de una enorme riqueza.
Y no dejo de pensar en el cine venezolano: en su incapacidad de ver el nuevo tiempo histórico; de verlo, por supuesto, en toda su complejidad, esto es, tanto en su grandeza como en sus conflictos y contradicciones. En su incapacidad para crear un personaje tan memorable como el Sergio de Memorias del subdesarrollo. En su incapacidad, en fin, para crear una nueva mirada desde la Revolución.
Sobre los saltos de talanquera
Desde 1999, los saltos de talanquera han estado, lamentablemente, a la orden del día. El tiempo transcurrido suscita varias interrogantes:
Por qué la preservación de la “unidad” implica, en no pocas ocasiones, pagar un precio tan alto en términos revolucionarios. Por qué permitimos que la así llamada real politik le allane el camino a la traición y a los traidores. Por qué no hay forma de impedir que ciertos personajes terminen recibiendo el voto popular y el aval de la Revolución Bolivariana. Hasta cuándo vamos seguir bailando al son que nos toque el más burdo pragmatismo.


Gonzalo Ramírez Quintero

Las lineas de Chavez: del Caracazo a la Revolución

Las Líneas de Chávez: ¡Del Caracazo a la Revolución!
28 Febrero 2010 Haga un comentario
Aconteció en Cancún, en la Riviera Maya, los días 22 y 23 de febrero: el sueño visionario del Libertador remontó los tiempos para encarnarse de nuevo en México. Para decirlo con Bolívar: “el bien inestimable de la unión es el objetivo”, y cobró toda su significación y trascendencia en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe. Demasiado largo ha sido ya el tiempo de las fragmentaciones impuestas, de las distancias indeseadas, de las lejanías interesadas que no han hecho más que dejarle el campo abierto a todas las tropelías y atropellos del imperio.
Ciertamente, la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe nace como un espacio de articulación: la unión es la visión de largo plazo y el punto de llegada. La unión no se decreta, se debe ir construyendo, paso a paso, respetando las diferencias que existen entre nuestros países.
Ahora bien, hemos conquistado un sólido punto de partida. A partir de esta Cumbre convocada y organizada por el Grupo de Río, el imperativo de la unidad ha cobrado nuevos bríos, va apareciendo con perfil propio y con una inexorable voluntad plural y colectiva.
Ha llegado la hora de los pueblos y ha comenzado a sonar en todos los relojes: la hora de fundirnos en una verdadera hermandad continental, para honrar de forma activa, en esta Era Bicentenaria, el legado de dignidad plena de nuestras libertadoras y libertadores. He allí nuestro desafío histórico: no sólo ser sus herederos y herederas, sino sus continuadores y continuadoras.
La creación de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, como lo dije en México, hace renacer el supremo sueño de Bolívar, de Martí y de todos y todas los que creyeron en la unidad como valor de existencia para nuestros pueblos y lucharon por su realización. Doscientos años de batalla reafirman una certeza histórica común y compartida: nuestros pueblos son, en definitiva, un solo pueblo en toda la extensión de la Patria Grande.
Estamos conscientes de que no va a ser fácil avanzar hacia la unidad: el prontuario de ignominias de Estados Unidos en nuestras tierras así nos lo hace suponer. Unirnos para ser cada vez más libres, independientes y soberanos es algo que, social y políticamente, impide el desarrollo de la agenda imperial y neocolonizadora gringa: no olvidemos que el imperio, a lo largo de nuestra historia, ha logrado mantenernos divididos para debilitarnos y, finalmente, dominarnos.
Lamentablemente, la OEA se convirtió en su principal instrumento de dominación y, por ello, debe desaparecer más temprano que tarde.
En torno al penoso incidente con el Presidente colombiano, no creo conveniente decir más de lo que ya he dicho: ante todos los asistentes a esta Cumbre quedó develada su intención provocadora para desvirtuar el supremo objetivo que nos reunía. No podemos confundir lo subalterno con lo trascendente: la realización de la unidad de quienes compartimos lazos históricos y fraternos fue el espíritu de Cancún. El espíritu que se hizo carne en el respaldo unánime a la Argentina, que batalla por la plena recuperación de su soberanía sobre las islas Malvinas; el espíritu que se hizo carne en la decisión unánime de maximizar nuestro respaldo económico al pueblo haitiano para que le haga frente, en las mejores condiciones, a la tragedia que hoy padece; el espíritu que se hizo carne en la voluntad unánime de romper con la secular exclusión de la Cuba revolucionaria.
Como lo dijo la presidenta Bachelet, recordando al presidente mártir Salvador Allende: partimos de Cancún con la mayor alegría, con plena confianza en la sabiduría de los pueblos para ir forjando su propio destino e ir abriendo así aquellas anchas alamedas de dignidad.
Como quería Bolívar, nos estamos llamando al orden y a la razón para que la Patria Grande, independiente y unida, sea el hermoso patrimonio que le leguemos a la posteridad.
II
El jueves 25 de febrero se produjo el lanzamiento de La Radio del Sur, voz de la Patria Grande. Se trata de una poderosa red conformada por más de 100 radioemisoras, que no sólo abarca a toda Nuestra América sino que se extiende a África y Asia: el Sur también existe y está batallando, en todos los terrenos, por el nacimiento de un mundo donde quepan muchos mundos.
Contamos ahora con un nuevo instrumento para la batalla comunicacional e informativa, por la soberanía cultural de nuestro Sur y para seguir desalambrando los latifundios mediáticos.
Debido al peso que tiene la televisión en la vida contemporánea, hay una cierta tendencia a menospreciar el universo radiofónico y su alcance. Craso error: el potencial de la radio para la descolonización cultural y la transformación de las conciencias es muy grande. Tengo la certeza de que La Radio del Sur se encargará de demostrarlo fehacientemente.
Las voces del Sur -tan plurales como diversas- tienen mucho que decir y merecen ser escuchadas: a través de esta red de radioemisoras vamos a poder escucharnos plenamente y sin interferencias. A través de La Radio del Sur vamos a poder conocernos y reconocernos.
III
Hoy 27 febrero escribo esta nueva entrega de Las líneas de Chávez: hoy, en este día, estamos conmemorando 21 años del Caracazo. Mejor dicho, del Venezolanazo porque la rebelión popular de febrero de 1989 se extendió por todo el país. Ciertamente su epicentro estuvo en Caracas pero fue de carácter nacional.
Quiero recordar unas palabras de aquel fundador del pensamiento nuestroamericano llamado Simón Rodríguez, porque mañana, cuando se publique esta edición de Las Líneas, estaremos conmemorando el 156° aniversario de su desaparición física. Robinson avizoró y caracterizó, como nadie, nuestra tragedia histórica, al decir que somos “miserables en medio de la abundancia”. Un 27 de febrero de 1989 nos cansamos de serlo y dijimos ¡basta!
27 de febrero de 1989: el hecho político de mayor trascendencia del siglo XX venezolano y la fecha del Renacimiento de la Revolución Bolivariana. El mismo año en que caía el muro de Berlín, el pueblo venezolano despertaba y se alzaba contra el Fondo Monetario Internacional y el neoliberalismo, dándole un rotundo mentís a la falacia del “fin de la historia”: una nueva historia comenzaba en Venezuela con la rebelión de los pobres, con la conciencia de lucha, de batalla, que encarnó en las seculares víctimas de la desigualdad y la exclusión. Una nueva historia escrita con la heroica sangre popular venezolana.
A nosotros y nosotras sí que nos está prohibido olvidar: en 1989 se cometió el más grande genocidio de la historia de Venezuela del siglo XX. El más sistemático y criminal ejercicio de terrorismo de Estado se desarrolló en los primeros días de marzo, luego de que la rebelión se había apagado.
El genocida mayor es Carlos Andrés Pérez, pero no el único: reos de genocidio serán, por toda la eternidad, los personeros de su Gobierno, los cogollos de AD y Copei, los integrantes del Alto Mando Militar para aquella fecha, las cúpulas de Fedecámaras y Consecomercio, los dueños de los latifundios mediáticos y pare usted de contar.
Necesario es, en este día, rendirle tributo a nuestros mártires: ellos y ellas viven en la victoria de la Revolución Bolivariana. Como decía una luminosa e imperecedera consigna que nació del febrero rebelde de 1989: “No hay pueblo vencido”. Y nunca más habrá pueblo traicionado.
Vamos a hacer memoria, vamos a seguir forjando memoria colectiva: saber de dónde venimos es decisivo para no perder el rumbo hacia el socialismo, esto es, hacia nuestra independencia definitiva.
IV
En la madrugada de hoy, sábado 27 de febrero, recibimos la mala nueva del devastador terremoto que sufriera la hermana Patria chilena: vaya el testimonio de nuestra total solidaridad con el pueblo chileno y con el Gobierno de la compañera Michelle Bachelet, junto con la más sentida expresión de nuestro dolor nuestroamericano para los familiares de las víctimas. Llegue, también, la más viva y solidaria palabra de aliento a todos los hermanos y hermanas que han sido afectados directamente por esta catástrofe.
Venezuela está a la orden de Chile en esta trágica coyuntura y pone a su disposición todos los medios humanos y materiales con los que modestamente contamos, que puedan contribuir a salvar vidas humanas y a reparar los daños causados por este terrible sismo. Así se lo hice saber a la Presidenta Bachelet.
Vaya un fuerte abrazo para la valiente Michelle quien, desde un primer momento, junto a su Gobierno, se puso al frente de las labores de rescate y de restablecimiento de la normalidad.
Con Chile en el corazón del pueblo de Venezuela y con, para decirlo desde Neruda, la luz de Chile enarbolada en cada uno de nuestros corazones, vaya un infinito abrazo para el pueblo de Salvador Allende, y de manera particular para la muy respetada y querida comunidad chilena que vive junto a nosotros en Venezuela.
Lo decimos con Bolívar: “somos los pueblos de las dificultades”…
¡Patria socialista o muerte!
¡Venceremos!

viernes, 26 de febrero de 2010

Radio Sur proyecto estrategico

LA RADIO DEL SUR ES UN PROYECTO EMBLEMÁTICO PARA LA UNIÓN DE LA REGIÓN
Por Prensa web La Radio del Sur/ Agencias

El presidente Chávez precisó que el espectro radioeléctrico es de propiedad pública y por lo tanto le pertenece a los pueblos, para que expresen sus necesidades.




El jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez Frías, aseveró este jueves que La Radio del Sur es un proyecto emblemático y estratégico para la unión verdadera de América del Sur y destacó que con este instrumento informativo se generan los espacios necesarios para la batalla .de las ideas ante los ataques del imperio estadounidense.

“Esta batalla es de todos los días y cada vez será más intensa, pues el capitalismo está desesperado y se aferra con todas sus garras al tiempo que se les va, al espacio que se les reduce”, enfatizó el presidente Chávez en Caracas, durante el acto de lanzamiento de esta red radial internacional, evento efectuado en el Teatro Municipal de la capital venezolana.

Chávez precisó que el espectro radioeléctrico es de propiedad pública y por lo tanto le pertenece a los pueblos para que expresen el sentir de sus necesidades y la voz que durante muchos años estuvo acallada por la burguesía y por el capitalismo en cada uno de los países de la región.

Recordó que durante muchos años, en todos los países del continente americano el capitalismo se hizo de la mayor parte de ese espectro radioeléctrico para bombardear a los pueblos de antivalores, de mentiras, de manipulación y, sobre todo, para abusar de la credibilidad de los pueblos.

“Tenemos que trabajar muy duro para que no vuelvan ni aquí ni allá, mantener la ofensiva, la unidad de las fuerzas patrióticas”, dijo Chávez.

Subrayó que La Radio del Sur servirá para promover la integración verdadera en la región y acotó que esta unión debe ser concreta y permanente.

La Radio del Sur está conformada por un conjunto de emisoras que tienen la misión de difundir la visión real sobre la diversidad política, social y cultural de Latinoamérica y del Caribe, así como de África, Asia, Europa y Oceanía.

Su objetivo de es impulsar la unión de los pueblos a través del intercambio de contenidos informativos, integrando a las comunidades de zonas urbanas y dando prioridad a las áreas rurales del sur del mundo.

La Radio del Sur es un proyecto concebido por el Jefe de Estado en el año 2007 y su señal salió al aire en septiembre de 2009, durante la Cumbre América del Sur-África (ASA), realizada en Margarita, estado Nueva Esparta.

En la actualidad se erige como una red de radios que logra agrupar a estaciones comunitarias, universitarias, privadas y públicas de todos los países de América, del Caribe y de algunas repúblicas de África y de Asia, convirtiéndose así en un instrumento más para el fortalecimiento de los pueblos que luchan por la igualdad y la libertad.
RED DE EMISORAS DE RADIO DEL SUR

SURAMÉRICA

Argentina
Radio Nacional de Argentina
Radio Univ. de Tucumán
Radio Ahijuna
Radio Univ.Nac. de Luján
Radio El Arka
Radio Revés
Radio FM de la Calle
Radio FM Bajo Flores
Radio FM Alas
Radio Encuentro
Radio FM En Tránsito
Radio Nacional de Resistencia
FM Pocahullo
AM 800 Intercultural
Radio La Tribu
FM del Barrio
AM 800 Wajzujun
Radio Ñirihuau
Mate Amargo 98.5
Radio Puentes

Radio El club de la Pluma de Argentina

La Voz de las Madres

Radio Futura

Bolivia
Radio Patria Nueva
Radio Comunitaria de Bolivia
Radio Erbol
Radio Pachamama
Sistema de Radio de los
pueblos Originarios de Bolivia
Radio Achacachi

Brasil
Radio Com
Radio Bras
Radio Comunitaria Pop Goiaba
Radio Guaiva
Chile
Radio Nuevo Mundo

Radio Tierra

Ecuador
Radio La Luna
Radio Tarqui

Colombia
La Voz de los AWA
Red de Prensa Alternativa

del Suroccidente RPASUR
Chami Stereo
Radio Libertad
Radio Café Stereo
Radio Latina Stereo
Radio Súper Popayán
Radio Waira
Ecos de Cacique Stereo
Voz Indígena de Urabá

Perú
Radio Libertad
Radio Cutivalú

Paraguay
Radio Rebelde
Radio Nacional de Paraguay
Radio Primero de Marzo
Radio Trinidad
Radio Viva

Uruguay
Radio Centenario
Radio Cooperativa
Radio Nacional de Uruguay
Radio Mundo Real
Radio Yorugua


Venezuela
Radio Nacional de Venezuela
Pequiven 88.7 FM
Emisoras Comunitarias Venezolanas
Radio Educativa
Radio Tiuna
Circuito Radial PDVSA
Circuito YVKE Mundial
Voz Guayana 89.7 FM
Radio Comunitaria Ondas de Palma Sola
CFN 88.9
Latina 94.9
Rebelde 90.7
Antena Sur 107.9


MESOAMÉRICA Y EL CARIBE

Costa Rica
Radio Dignidad

Cuba
Radio Rebelde
Radio Habana Cuba Int.
Radiocubana.cu

Dominica
Dominica Broad. Corp.


El Salvador
Radio Mayavisión

Guatemala
Radio Oriental

Radio Universidad

Haití
Radio National d`Haiti
Radio Ginen
Ginen Melodie

Honduras
Radio Globo
México
Radio Teocelo
Radio Bemba
Radio Univ. Aut. de Guerrero

Nicaragua
Nueva Radio YA
Radio La Primerisima
Radio Sandino
Radio Nicaragua

Panamá
Radio Nacional de Panamá
Radio Ancon
Control Estereo
Radio Líder


NORTEAMÉRICA ÀFRICA ASIA


Canadá
Radio Centre Ville
Radio McMaste93.3
FM Radio CKCU 93.1

EEUU
Radio Pacífica
Democracy Now
Radio Defensa Venezuela


Radio Guiniguada, Islas Canarias

Aitiden Radio, Islas Canarias

Radio Pimienta, Islas Canarias

Radio Popular Canaria, Islas

se lanza Radio del Sur

El Presidente Chávez encabezó histórica e inédita transmisión desde Caracas
Lanzamiento oficial de Radio del Sur enlaza a presidentes de América Latina

VTV / ABN

Presidentes de Argentina, Bolivia y Nicaragua conversaron con el Comandante Chávez. Lanzamiento de La Radio del Sur desde el Teatro Municipal de Caracas. Donados $5 millones a Presidencia de Haití. Venezuela y Bolivia inician reuniones presidenciales trimestrales.



El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, encabezó este jueves un acto inédito al conversar en vivo y directo con sus homólogos de América Latina, durante el lanzamiento oficial de La Radio del Sur, red de emisoras que tiene la misión de difundir la visión real de la diversidad política, social y cultural de Latinoamérica y del Caribe, así como de África, Asia, Europa y Oceanía.

Transmitiendo desde el Teatro Municipal de Caracas a todo el mundo, el Jefe de Estado estableció contacto inicial con su homóloga de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien mostró su agrado por esta iniciativa radial que une a los pueblos de la región y del planeta todo.

La mandataria argentina dijo que estaba acompañada de su esposo, Néstor, y de una representación de las madres y abuelas de Mayo, así como también de uno de los "nietos" que fueron recuperados recientemente tras ser raptado durante la dictadura. Todos saludaron al presidente venezolano a través de la señal de Radio del Sur.

Posteriormente se puso al aire una llamada del Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien saludó la iniciativa comunicacional como una herramienta para la lucha social y revolucionaria de los pueblos.

El mandatario nicaragüense dijo que actualmente existe un "gran parto" de los pueblos latinoamericanos, al destacar el sentimiento de unidad tras el histórico nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, y auguró que para la próxima reunión en Caracas, el 5 de julio de 2011, la nueva organización "se pondrá en pie y comenzará a caminar".

Exhortó Ortega a seguir dando la batalla por la dignidad del pueblo haitiano, país que dijo requiere de la continuación de la ayuda humanitaria de los pueblos de la región.

En esta transmisión inédita, simultáneamente se enlazó desde La Paz con el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien saludó el nacimiento de esta radio suramericana al servicio de los movimientos sociales latinoamericanos.

Presidentes Chávez y Morales iniciarán reuniones trimestrales:

El Presidente Chávez anunció el inicio de regiones trimestrales con el mandatario boliviano, para lo cual pidió a la cancillería tramitar lo requerido para la próxima visita de Morales a Caracas, con lo cual se iniciarían estos encuentros rotativos presidenciales.

Asimismo, informó al Presidente Ortega que pronto visitará Managua, para continuar la cita trimestral que se encuentra pendiente.

El mandatario nacional dijo que en estas reuniones de alto nivel con ambos presidentes, se seguirá fortaleciendo las relaciones bilaterales, la cooperación energética, petrolera, alimentaria, lucha contra el narcotráfico, las relaciones de comercio justo dentro de Alba y TCP, la alianza política y social, y especialmente el tema de la soberanía, ahora con el nacimiento de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y del Caribe.


Venezuela dona $5 millones para presidencia de Haití:

Previamente, el mandatario venezolano conversó con integrantes de la Brigada Bolívar-Petión, presentes en el Teatro, quienes le presentaron un balance de la ayuda prestada al pueblo haitiano, tras los efectos del potente terremoto que devastó al país.

En este contexto, el Mandatario venezolano informó que Venezuela donará 5millones de dólares para la presidencia de Haití, como un mecanismo que permita reasumir las atribuciones del presidente René Preval, que han estado disminuida por la devastadora tragedia y la presencia de tropas extranjeras que irrespetan el funcionamiento de un Estado soberano.

"Para que asuma la riendas. Hay que recordar que Haití es soberano; hay que apoyar las instituciones. Haití no es una tierra de nadie, es del pueblo haitiano, de sus instituciones legitimas", explicó el Presidente Chávez.

Asimismo, recordó al canciller Nicolás Maduro sobre decisiones tomadas para iniciar el estudio de regularización de ciudadanos haitianos que viven desde hace muchos años en Venezuela. "Así como Haití le abrió los brazos a Bolívar, estoy seguro que lo hará el pueblo con mucha entrega", exclamó, exhortando a sus ministros a trabajar en esta dirección.


Una radio para impulsar la unión de los pueblos:

El objetivo de La Radio del Sur es impulsar la unión de los pueblos a través del intercambio de contenidos informativos, integrando a las comunidades de zonas urbanas y dando prioridad a las áreas rurales del sur del mundo.

Es un proyecto concebido por el Jefe de Estado en el año 2007 y su señal salió al aire en septiembre de 2009, durante la Cumbre América del Sur-África (ASA), realizada en Margarita, estado Nueva Esparta.

En la actualidad se erige como una red de radios que logra agrupar a estaciones comunitarias, universitarias, privadas y públicas de todos los países de América, del Caribe y de algunas repúblicas de África y de Asia, convirtiéndose así en un instrumento más para el fortalecimiento de los pueblos que luchan por la igualdad y la libertad.

A la ceremonia en el Teatro Municipal, con la cual se oficializa la señal de esta radioemisora, asistieron las principales personas responsables del proyecto: la coordinadora de La Radio del Sur, Nieves Valdés, y la viceministra de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (Minci), Helena Salcedo, entre otras autoridades.

Igualmente, asistieron diversos embajadores y embajadoras cuyas misiones diplomáticas se encuentran en Caracas.


Fuente: http://www.vtv.gob.ve/noticias-culturales/30843

miércoles, 24 de febrero de 2010

Historia de Fronteras

Historia de fronteras
Uribe en Cancún
Por: Alberto Müller Rojas
Fecha de publicación: 24/02/10


El incidente ocurrido en Cancún (Me) el 22de los corrientes, durante la reunión de la Cumbre de Río, marca la compleja situación existente en las zonas limítrofes establecidas entre el Imperio virtual, descrito por Hardt y Negri y el Estado Socialista Universal en proceso de construcción. Lógicamente la escena montada por el títere colombiano, aun cuando en parte puede atribuirse a intereses personales ligados a su reelección, ya cuestionada por el propio Imperio, representa el interés de ese ente globalizado de obstaculizar la internacionalización de la izquierda.

Es un error establecer paralelos entre lo ocurrido durante el desarrollo del Congreso Anfictiónico de Panamá y lo que sucedió en México el pasado Lunes. Es falso que la historia se repita. La situación existente en la década de los 20 del siglo XIX, siendo compleja también, era más simple que la actual. En aquellas circunstancias la obstrucción la intentaba la federación usamericana, dentro de los propósitos establecidos en la Doctrina Monroe, vigorizada con la enmienda Roosevelt. Un valor alcanzado con su victoria en la II GM. Hoy encontramos al gobierno de esta federación como agente operativo, en condiciones similares a las de Uribe, del complejo industrial-militar, con monopolio sobre el mundo de las finanzas, constituido en polo integrador de las grandes corporaciones transnacionales dominantes en el mercado global.

Lo que se puede hallar, en la esencia de esta situación, es la confrontación entre el modo de producción capitalista, y el chinesco. Dos estructuras económicas en las cuales la plusvalía lograda por los procesos productivos, se reparten, en el capitalismo, entre los actores económicos, en virtud a sus capacidades competitivas; y, en el chinesco, entre los administradores del estado, integrados en oligarquías que el Imperio ha apodado, localizándose en el caso venezolano, con la etiqueta de “boliburguesía”. Pero al examinar esa compleja situación, nos encontramos con un fenómeno apenas perceptible, por la poca resonancia lograda en un entorno también virtual, generado por el poder del mundo de la informática y la comunicación.

En verdad las relaciones en las zonas limítrofes, incluyendo en ellas las continentales y las marítimas, son paradójicas. Mientras los vínculos entre las comunidades que las pueblan son de naturaleza cooperativa, y en muchos casos de consanguinidad (véase, por ejemplo, las relaciones entre las comunidades trinitarias y la de El Callao venezolano, y por extensión las bolivarenses); los lazos entre el Imperio, y el Estado Universal Socialista en construcción, son violentas dentro del esquema de la guerra de IV Generación (Guerra de la Fuerza Mental). Es la dialéctica entre dos proyectos de orden mundial. Uno, en notoria decadencia, como es observable, afectado por el desorden psicológico de la personalidad antisocial. El otro, en un proceso expansivo activado por la cultura creada por la racionalidad humana. El choque entre natura y cultura.

amullerrojas@gmail.com

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martes, 23 de febrero de 2010

Desde Argentina reflexion sobre el bicentenario.

BICENTENARIO DE LOS PUEBLOS LATINOAMERICANOS


¿QUE CELEBRAMOS? ¿PARA QUE?


Por un Bicentenario mestizo, popular y emancipatorio



Señor, señora, vecino, vecina:



Queremos invitarlos a pensar la historia como presente y no solo como un pasado. ¿De qué se habla cuando dicen “bicentenario”? ¿Bicentenario…de qué? ¿De la independencia? ¿De las guerras libertadoras? ¿De qué o quiénes nos independizamos o nos liberamos? ¿Quiénes conquistaron esas libertades? Acaso solo San Martín, Belgrano y unos cuantos próceres más o el conjunto del pueblo?

Buscar la respuesta a estas preguntas nos lleva a pensar seriamente en nuestras actuales opresiones y en la necesidad de continuar un camino

de liberación.



No hemos resuelto todavía los graves problemas sociales: marginalidad, emprobrecidos, desempleo, destrucción del medio ambiente, inseguridad social. ¿Cómo explicar que en un País que puede producir alimentos para dar de comer a 300 millones de personas tengamos que renegar con una inflación que no perdona y con la dramática situación de niños y adolescentes mal y desnutridos?

No estaría mal que aprovechemos la celebración para retomar los sueños de nuestros antepasados, sueños de libertad, dignidad, soberanía.
Libertad, independencia, significa que la historia puede recomenzar cada día con voluntad propia y colectiva. Un camino que empezó hace tiempo, antes de que llegáramos cada uno de nosotros. Esa historia hay que asumirla, hay que seguir haciendo la independencia.

Hoy podemos verificar nuevas opresiones, nuevas esclavitudes y por lo tanto, nuevos opresores. Hay que descubrir quiénes están a favor de nuestras libertades o quienes están a favor de los que dominan. Miremos nuestros pueblos originarios, nuestros abuelos inmigrantes, criollos, aprendamos de su sabiduría, de su capacidad de lucha, de trabajo, de resistencia. Buscaban la felicidad y la prosperidad sin los criterios capitalistas de “éxito” económico, de “eficacia” o de “competencia”.

Para eso queremos vivir en una Nación: para que nuestros hijos encuentren aquí el lugar donde vivir y realizarse dignamente.

¿Qué o quiénes se oponen a este simple proyecto de libertad? ¿Los políticos, los curas, los medios, los banqueros, los ricos, los norteamericanos... o acaso nosotros mismos?
Hay que reconocer que, además de las traiciones y la corrupción de nuestra “clase dirigente” vivimos en un sistema ordenador, en una sociedad capitalista que nos impulsa a consumir lo que no necesitamos. La propaganda, las medios de comunicación social, instalan, crean en nosotros, necesidades que no son reales pero que nos hacen salir corriendo a comprar, incluso a gastar lo que no tenemos. A trabajar para consumir y a pisarnos entre nosotros para salir a flote, corrompiendo nuestros lazos solidarios. ¿Acaso no vemos casi a diario una “guerra de pobres contra pobres, de trabajadores contra trabajadores? ¿Acaso no terminamos incluso por culpabilizar de todo lo que nos pasa a los morochos, los bolitas, perucas o villeros, como si fueran la causa de todos nuestros males?

Esto no nos pasa a nosotros solos. Todos los pueblos de Latinoamérica fuimos invadidos y dominados por el imperio español en su momento y seguimos hoy invadidos y dominados por imperios financieros, menos visibles y más sutiles pero igualmente perversos. Las gestas de independencia y liberación deben continuar hoy, recuperando nuestras raíces culturales, haciendo memoria de nuestras riquezas materiales y valores culturales…nuestra bebida nacional no es la cola, es el mate, nuestras comida nacional no es la hamburguesa, es el asado, no comemos cookies, nos gusta el pan con chicharrón.

Lo convocamos a sumarse en este camino y este proyecto emancipatorio, de colores, aromas, comidas, bailes, ritmos, valores afectivos e íntimas creencias de nuestros pueblos.



No dejemos que el “bicentenario” sea una celebración superficial, sin

memoria, sin proyecto.


El Mayo de 1810 es hoy, es mañana. Es nuestro, de todos y todas.

MOVIMIENTO RECUPERAR LO NUESTRO (MRLN) en PROYECTO SUR CORDOBA


Icho Cruz, Febrero 2010


Comunicarse a recuperarlonuestro@yahoo.com.ar, y ver

http://www.recuperarlonuestro.blogspot.com

Reconquista española y bicentenario de la independencia Luis Britto García

luisbrittogarcia.blogspot.com/


Quienes recuerdan que hace más de dos años advertí que una Comisión española presidida por Felipe González nos celebrará nuestros Bicentenarios, no se sorprenderán al saber que una ibérica “Fundación para el Análisis y Estudios Sociales” desde 2007 adelanta un programa para la Reconquista de América, presentado por José María Aznar. Si el golpe de Estado de 2002 impulsado por Repsol y por el grupo Prisa y el predominio del capital bancario español fueron las tapas, veamos qué dice del plato principal el menú, titulado “América Latina: una Agenda para la Libertad”.

VISIÓN DEL ENCOMENDERO

¿Cómo ve el mundo el encomendero? Exactamente como hace medio milenio. Nuestra América es parte de Occidente, o sea, de Europa, o sea, de España, y debe aceptar su tutela: “América Latina es parte sustancial de Occidente. De esa parte del mundo que hunde sus raíces en la tradición clásica grecolatina, que se ha desarrollado por el cristianismo, que se ve iluminado por las luces de la Ilustración y que prospera gracias a la economía de libre mercado”. Cualquier parecido con Hernán Cortés es mera coincidencia. Para quien no haya entendido, se aclara: “Los españoles no podemos ser indiferentes al futuro de América Latina, ni podemos inhibirnos ante la disyuntiva a la que se enfrenta. España no puede limitarse a ser un espectador imparcial”. O sea: “España debe reclamar sin ambages el cumplimiento de aquellos principios y el respeto de los acuerdos internacionales que afectan a sus intereses”. Como que ya olvidaron las batallas de Carabobo y Ayacucho.

INJERENCIA DEL CHAVISMO ANTISISTEMA

¿Qué se interpone ante esta desinteresada anexión? La Agenda es clara: “Chávez, como líder emergente, intenta forjar una verdadera alianza anti-sistema cuyo objetivo es la implantación del ‘socialismo del siglo XXI’ en América Latina. En una versión castiza del internacionalismo proletario se puede apreciar la constante presencia e injerencia del chavismo en los países de la región, interviniendo en procesos electorales y fraguando alianzas ‘frentistas’. Los recursos del petróleo le permiten mantener esta internacional del populismo revolucionario”. El que un latinoamericano actuara en América Latina sería “injerencia”; que lo haga España, es no “limitarse a ser un espectador imparcial”.

ELIMINAR LA GRATUIDAD DE LA ENSEÑANZA

Situación tan abominable podría ser conjurada eliminando la gratuidad de la enseñanza. En efecto: “Durante décadas de gobierno paternalista, la combinación de gratuidad, falta de incentivos e insuficiencia de la inversión pública terminaron por lastrar las mejores universidades y a partir de ahí el conjunto de los sistemas de instrucción en América Latina”. La total libertad para el capital podría ayudar: “La ausencia de libertad económica se convierte en campo abonado para la pobreza y, sensu contrario, la libertad económica actúa como la mejor de las terapias para la erradicación de la pobreza”. Preguntar en Argentina, donde dos o tres décadas de libertad económica precipitaron en la indigencia al país más rico de América del Sur. Para que admiremos su sabiduría, añaden los encomenderos: “La economía mundial vive, a su vez una era dorada, con crecimientos del PIB mundial del orden del 5% durante varios años seguidos”. Meses después, se le desplomaría encima el sistema financiero del planeta. La ignorancia es audaz.

EL CONSENSO DE WASHINGTON

Los encomenderos son generosos en propinarnos recetas. Por ejemplo, deberíamos someternos a un ALCA con el resto del planeta: “América Latina tiene mucho que ganar con un comercio libre con el resto del mundo. Y tiene mucho que perder con un proteccionismo que sólo responde a los intereses particulares de determinadas minorías y perjudica a la mayoría de los ciudadanos”. Está clarísimo: para los latinoamericanos, protegernos es malo; para las economías desarrolladas, es bueno. Además, nos ordenan aceptar la independencia absoluta de los bancos centrales, desechar los impuestos progresivos, que aplican mayores tasas a quienes más ganan, y nada de expropiaciones: “Las expropiaciones estatales, en cualquiera de sus modalidades, actúan como un potentísimo factor disuasorio de las inversiones”. También, los países de América Latina deben renunciar a su potestad soberana de decidir con sus tribunales las controversias sobre sus contratos de interés público: “Cualquier ciudadano o empresa debe tener garantizados sus derechos de propiedad y que los contratos libremente celebrados se cumplan, recurriendo, si es menester, a tribunales de justicia independientes”. A pesar del acento madrileño, es el “Consenso de Washington”, que rezan todas las noches muchos jueces y diputados venezolanos.

INTERNACIONAL DE PARTIDOS DE DERECHA

¿Cómo imponernos este paraíso neoliberal? Impidiendo las reformas con “ anclajes institucionales lo suficientemente fuertes como para evitar cambios constitucionales bruscos y crisis político-institucionales”. A tal fin, “Los partidos de centro y de centro-derecha (liberales, democristianos y conservadores) potenciarían, a través de su colaboración y coordinación internacional, los valores que comparten”. La derecha, unida, jamás será vencida.

EL TERROR JIHADISTA Y COLOMBIA EN LA OTAN

¿Y si nos resistimos? No está de más el pretexto del terrorismo: La Triple Frontera “ha sido desde años un centro neurálgico de financiación de gru pos terroristas islámicos”. ¿Y el remedio? “América Latina debe cooperar en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo internacional junto a Europa y América del Norte, mediante la creación de una asociación estratégica entre la OTAN y Colombia. Asimismo con aquellos otros países latinoamericanos que deseen sumarse a ella”. Suscriben este llamado a la invasión José María Aznar, Julio Borges, Leopoldo López, Andrés Pastrana… Pero Estados Unidos les dejó fría esa Reconquista, al invadir Colombia antes que la OTAN. Camarón que se duerme, termina hecho paella.

Fuente: http://luisbrittogarcia.blogspot.com/

lunes, 22 de febrero de 2010

Las Líneas de Chávez: ¡Rumbo al Estado Comunal! 21 Febrero 2010

I
“Zamora vive, la lucha sigue”, es la consigna que cobra vida en nuestro pueblo. No podía tener marco más propicio la promulgación de la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno que el acto de develación de la estatua del General del Pueblo Soberano Ezequiel Zamora en el parque El Calvario de Caracas. Nos acompañaron en esta luminosa jornada representantes de consejos comunales de todo el país, junto al poder legislativo.
Se cumplieron 151 años del inicio de la Guerra Federal (1859-1863): fue un 20 de febrero de 1859 cuando Tirso Salaverría comandó la Toma de Coro para luego lanzar el Grito de Federación. Mayor homenaje, entonces, no podíamos brindarle a Zamora que entregando a nuestro pueblo una ley destinada a contribuir con su liberación definitiva.
II
“Yo antepongo siempre la comunidad a los individuos”, escribía nuestro Libertador Simón Bolívar el 28 de octubre de 1828 al general Antonio José de Sucre. He aquí el espíritu y nervio motor de nuestro actual Bolivarianismo: lo comunal, lo social ante todo y por sobre todas las cosas. Razón tenía Simón Rodríguez al decir en sus Sociedades Americanas de 1828: “Se verá que hay dos especies de política: popular y gubernativa: y que primero son políticos los pueblos que sus gobiernos”.
Hoy podemos decir que ya tenemos una sociedad altamente politizada, en el justo sentido y significado del término, y que nuestra Revolución Bolivariana es consecuencia directa de tal politización, cuyo punto de estallido fue el 27 de febrero de 1989, rebelión popular que el próximo sábado cumple su vigésimo primer aniversario. Recordemos aquello que decía el gran revolucionario venezolano Kléber Ramírez -Historia documental del 4 de febrero (1998)- allá por agosto de 1992 en el más puro espíritu robinsoniano: “…llegó la hora para que las comunidades asuman poderes de Estado, lo que conllevará administrativamente la transformación global del Estado venezolano y socialmente el ejercicio real de la soberanía por parte de la sociedad a través de los poderes comunales”.
Estas son las razones por las que este sábado 20 de febrero hemos promulgado y lanzado la nueva Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno. Con ella abrimos aún más las puertas para avanzar en la distribución del poder en las manos del pueblo, adquiriendo el Estado mayor eficiencia y eficacia y, por sobre todo, unidad para cumplir las funciones que le otorga la Constitución.
Una y otra vez lo he dicho: la realidad territorial venezolana debe ser transformada y, por eso, la necesidad de configurar una nueva geometría del poder que se convierta en el reordenamiento popular, comunal y socialista de la geopolítica de la Nación.
Por socialismo entendemos democracia sin fin, siguiendo en esto al gran teórico portugués Boaventura de Sousa Santos. De allí, entonces, nuestra firme convicción de que la mejor y la más radicalmente democrática de las opciones para derrotar el burocratismo y la corrupción es la construcción de un Estado comunal que sea capaz de ensayar un esquema institucional alternativo en la misma medida en que se reinventa permanentemente.
Con esta ley debemos comenzar -en serio y en real, como solía decir García Bacca- el desmontaje de todo el corroído andamiaje colonial sobre el cual se levanta una organización territorial con la que se pretendió hacer trizas la unidad nacional. Y por supuesto que el Poder Popular jugará un papel principal, esencial diría yo, en la transformación radical de nuestra geografía.
III
Desde la entrada en vigencia de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en el 2001, la oligarquía latifundista puso en marcha una agenda violenta contra el rescate de las tierras comunes y el ejercicio pleno del derecho consagrado por la Ley de Tierras y por la misma Constitución. Ante la arremetida contra el pueblo campesino a través de una escalada de agresiones, sabotajes y ejecuciones sicariales por las fuerzas más retrógradas de nuestra sociedad, el deber indelegable del Estado nacional bolivariano y el Gobierno Revolucionario es proteger al campesinado: defenderlo con todos los medios a su alcance. La Milicia Campesina nace para cumplir con ese deber, colocando el énfasis en el protagonismo y la responsabilidad del campesinado como sujeto colectivo en función de su propia defensa.
Los primeros ejercicios de la Milicia Campesina, que realizamos en El Pao, estado Cojedes, el pasado viernes, son apenas una primera muestra del desarrollo de un cuerpo armado popular para salvaguardar nuestra integridad y nuestra soberanía en los campos de Venezuela. ¿Quién más que la comunidad conoce mejor que nadie las dinámicas, las actividades, las fallas y los aspectos esenciales en materia de seguridad en su localidad; lo mismo en materia geográfica, espiritual y material?
La Milicia Campesina, así como la Milicia Bolivariana como totalidad, no son fuerzas paramilitares, como los sesudos analistas de siempre quieren hacer ver, menos aún si concebimos semejante palabra dentro de la semántica reaccionaria colombiana. Por el contrario, la Milicia Bolivariana (cuerpo absolutamente regido por una Ley), al igual que los consejos comunales, son expresiones del nuevo Estado comunal; parte integral de las nuevas estructuras de poder comunal que venimos construyendo.
La Milicia Bolivariana es uno de los componentes de la Fuerza Armada Bolivariana y, por tanto, ni la socava, ni mucho menos pretende suplantarla. Lo que molesta e irrita a quienes difunden esta clase de mentiras, es que la Fuerza Armada se haya reencontrado con su identidad originaria: pueblo en armas.
La Milicia Campesina encarna hoy un principio trascendente: la defensa de la propia tierra, de nuestra tierra. Defensa contra el eventual agresor externo, pero también contra el agresor interno que se ha amparado, durante demasiado tiempo, en un verdadero estado de impunidad que ha contado con la venalidad de ciertos tribunales de la República que amparan y protegen a los latifundistas y criminalizan a los campesinos y campesinas que quieren hacer valer la Ley de Tierras.
El pasado 15 de febrero se cumplieron 191 años del memorable Discurso de Angostura. La Guerra de Independencia no había terminado pero en el verbo de nuestro Libertador se encarna la reconquista de nuestra identidad como Patria y se dibujaba la impronta libertaria de Venezuela. Recordemos unas líneas luminosas que confirman la razón de ser de nuestras Milicias Campesinas, nuestras milicias zamoranas: “La esclavitud rompió sus grillos, y Venezuela se ha visto rodeada de nuevos hijos, de hijos agradecidos que han convertido los instrumentos de su cautiverio en armas de libertad. Sí, los que antes eran esclavos, ya son libres; los que antes eran enemigos de una madrastra, ya son defensores de una patria”.
¡Vamos, con Zamora, con Robinson y con Bolívar, hacia el Estado Comunal!
¡Hacia el socialismo!
¡¡Venceremos!!

miércoles, 17 de febrero de 2010

Entrevista a Amílcar Figueroa, historiador y miembro del Parlamento Latinoamericano “El imperialismo será cada vez más violento”

16-02-2010


Gabriel Caparó
Ocean Sur

Entrevista al legislador venezolano Amílcar Figueroa, presidente alterno del Parlamento Latinoamericano, a propósito de la publicación de dos títulos suyos: el libro El Salvador. Su historia y sus luchas (1932-1985) y el folleto ¿Reforma o revolución en América Latina? El proceso venezolano, ambos editados por Ocean Sur en el 2009


«Pareciera que en el futuro inmediato, nuevamente lo militar adquiere primacía en el mapa de dominación y por tanto, no debemos descartar que intenten reproducir el “esquema Honduras” en otros países», advierte el historiador y politólogo Amílcar Figueroa Salazar cuando reflexiona sobre el golpe de Estado asestado contra el país centroamericano en junio del 2009. El también diputado venezolano al Parlamento Latinoamericano habla con toda seguridad de esta amenaza, pues vivió en carne propia el intento de un golpe similar en su país, en el año 2002, fracasado porque «se produjo una contundente respuesta del pueblo y de la Fuerza Armada Bolivariana».
Amílcar se muestra sosegado al andar y al hablar, pero derrocha energía y honestidad en sus ideas. La editorial Ocean Sur publicó dos ensayos suyos: El Salvador. Su historia y sus luchas (1932-1985) y ¿Reforma o revolución en América Latina? El proceso venezolano —«escritos, desde una perspectiva militante, en momentos políticos muy distintos»—, y a propósito de ellos accedió a conversar sobre el panorama político latinoamericano, sus complejas coyunturas y sus no menos complejos desafíos.
«Nuestra América —señala—, aparte de ser codiciada por su mercado, es poseedora de materiales que escasean en el mundo de hoy. Para los imperialistas norteamericanos, de lo que se trata hoy es de recomponer su hegemonía sobre la región; para los imperialistas europeos se trata de una especie de recolonización por métodos hasta ahora amigables».
Incansable a la hora de alzar su voz contra las estrategias de dominación, el miembro del Buró Político-Regional Caracas del Partido Socialista Unido de Venezuela subraya la urgencia de estrategias informativas contrahegemónicas para recuperar la memoria histórica del continente: «el esfuerzo de Ocean Sur y de otros proyectos editoriales que trabajan en esa misma dirección es simplemente invaluable».
Sus dos títulos fueron presentados hace unos meses en El Salvador «frente a un público que vive y maneja los temas abordados» y de ellos espera «que puedan contribuir a la forja del conocimiento histórico-político de los procesos de lucha vividos por dos pueblos de nuestra América. Por eso doy gracias al equipo de Ocean Sur en El Salvador y a la Secretaría de Educación del FMLN por haberme dado esa oportunidad».
Su libro El Salvador. Su historia y sus luchas (1932-1985) parte de un momento histórico en el que tuvo mucho peso la crisis mundial de 1929 para el país centroamericano. ¿Qué le ha parecido que este libro vea la luz justamente cuando la humanidad vive las consecuencias de otra crisis capitalista?
—Existe una diferencia de fondo entre la crisis que vivió el sistema capitalista en 1929 —que influiría notoriamente en los acontecimientos políticos de El Salvador, de Centroamérica y de América Latina— y la crisis actual que se ha mostrado con contundencia a partir del colapso financiero de fines de 2008. En aquella oportunidad —años 30— el capitalismo pudo salir de la crisis expandiendo sus mercados; ahora estamos frente a una crisis múltiple: de subproducción, alimentaria, energética, financiera, y especialmente frente una crisis ambiental que pone en peligro la vida misma sobre el planeta. Todo indica que estamos ante un capitalismo senil que ha entrado en etapa de decadencia. ¿Cuánto tiempo durará y qué recorrido histórico dará esta etapa? No lo podemos afirmar, pero evidentemente la cualidad de esta crisis es diferente a aquella. Ciertamente, quedan muchas páginas de la historia por escribirse.
Otro de los puntos de partida de su libro es un golpe militar en El Salvador (1931) como acción desesperada ante el avance de las ideas y de las fuerzas revolucionarias en el país. ¿Qué repercusiones puede esperarse en la región tras el reciente golpe de Estado en Honduras?
—En realidad han sido dos los golpes militares que han impulsado las fuerzas reaccionarias en los tiempos actuales en nuestro continente. El primero de ellos fracasado —el 11 de abril de 2002 en Venezuela— ya que se produjo una contundente respuesta del pueblo y de la Fuerza Armada Bolivariana, y este reciente en Honduras —el 28 de junio de 2009—, donde la derecha internacional logró imponer su política. Los estadounidenses corrigieron las fallas que pudieron haber cometido en la ejecución del golpe contra el gobierno bolivariano. No olvidemos que ellos han estado detrás de las fuerzas actuantes en ambos casos.
»Esta es una señal tremenda para la región, que ha vivido una especie de marejada revolucionaria en los últimos diez años, durante los cuales nacieron —a través de elecciones en varios países de nuestra América— gobiernos populares de distintos signos, de distinta cualidad pero todos con contenidos democráticos y antiimperialistas.
»La reacción recurre al instrumento del golpe, que le fue muy útil en otras épocas de nuestra historia y que muchos consideraban que era cosa del pasado. Con ello inicia una contraofensiva muy peligrosa, porque ha venido acompañada de la reactivación de la IV Flota y de la firma de acuerdos con algunos gobiernos cipayos para continuar poblando de bases militares norteamericanas la región; todo esto presentado como política dentro de la “legalidad internacional”, y apoyándose por supuesto, en su gigantesca maquinaria mediática.
»Pareciera entonces que en el futuro inmediato, nuevamente lo militar adquiere primacía en el mapa de dominación y por tanto, no debemos descartar que intenten reproducir el “esquema Honduras” en otros países».
¿Qué lecciones podemos sacar, de momento, de este golpe de Estado en Honduras?
—Una primera lección a la cual debemos volver una y otra vez: las clases dominantes se resisten por todos los medios a los cambios, por pequeños que ellos sean. Honduras era, sin dudas, el eslabón mas débil de la cadena de países donde se han operado cambios en el continente; no existía, por ejemplo, un sólido partido revolucionario que junto al presidente Zelaya impulsara el proceso Constituyente.
»A pesar de la derrota, quedó como saldo claro la activación de un movimiento popular de una proporción que Honduras no había conocido en las últimas décadas. Sucedió aquello señalado por Lenin: que en días de Revolución las masas aprenden y se desarrollan políticamente mucho más que en décadas de pasividad social.
»La otra lección inequívoca tiene que ver con la actitud del imperialismo norteamericano en esta época de dificultades para ejercer su hegemonía: será cada vez más violento, recurrirá cada día más a su poderoso aparato militar para ejercer su dominación. Lo sigue demostrando ahora con la ocupación militar de Haití, luego de la dolorosa tragedia del terremoto».
El Salvador es una nación con un historial político tormentoso, donde las arbitrariedades para mantener o arrebatar el poder han incluido los fraudes electorales. Algo así fue temido durante la más reciente campaña electoral, en la cual resultó vencedor Mauricio Funes como representante del FMLN. ¿Por qué cree que esta victoria fue posible?
—No faltaron los métodos fraudulentos a los cuales esta vez también recurrió la derecha. Por ejemplo: traer obreros de sus fábricas de otros países centroamericanos; recuérdese que son areneros los dueños de la empresa privada que hace el documento de identidad —cuestión impensable en otras naciones—; bueno, trajeron prácticamente obligados a una cantidad importante de trabajadores y trabajadoras a fin de suplantar identidades, logrando miles de votos por esta vía.
»Yo tuve la oportunidad de asistir como observador por el Parlamento Latinoamericano y puedo decir que de múltiples maneras se manifestó el ventajismo de la derecha. Sin embargo, fue tal la contundencia del triunfo que les fue imposible desconocer la victoria del FMLN. Ya a las cuatro de la tarde la población que se sabía victoriosa empezó a salir a la calle. La propia embajada norteamericana, a eso de 19:30 horas, le recomendó a la dirección de Arena reconocer los resultados y esta aceptó, a pesar de algunos consejos que le daban irresponsablemente asesores de la ultraderecha latinoamericana.
»Esta vez, a la derecha no le funcionaron elementos propagandísticos que en otras oportunidades le habían ayudado, como aterrorizar al pueblo con la amenaza de que se les impediría recibir las remesas enviadas por sus familiares desde el exterior. Por otra parte, la figura moderada de Funes contribuyó a sumar los votos necesarios para que por primera vez, un gobierno democrático se instalase en ese país».
¿Qué panorama augura para los próximos años en El Salvador, con la fórmula Mauricio-FMLN en el gobierno?
—Es complejo y no es bueno opinar desde fuera y sin la suficiente información. Se percibe desde lejos que existen diferencias de posiciones entre Funes y el FMLN, respecto al ingreso o no a la ALBA, por ejemplo. Ahora bien, en lo personal tengo mucha confianza en que el FMLN, con su experiencia, su madurez y sus firmes convicciones aceradas en tantas jornadas de lucha, sabrán sortear las dificultades y priorizarán su compromiso histórico con los pobres. Eso lo fortificará, sean cuales sean las circunstancias del futuro inmediato.
Siempre se agradecen sus análisis profundos y rigurosos sobre El Salvador. ¿A qué se debe su interés por el país centroamericano?
—A fines de los años 70 y durante la década de los 80 muchos revolucionarios y revolucionarias venezolanos brindaron solidaridad a la heroica lucha que por aquellos días libraba el pueblo salvadoreño. Algunos se alistaron como combatientes guerrilleros, otros dimos contribuciones solidarias más modestas. Hubo casos como el de Julio César Guzmán, su hijo y otros, que regaron con su sangre el suelo salvadoreño; también los hubo como Lídice Navas e Ismael Cañas que tras luchar durante años en ese conflicto tan violento, salieron con vida. Fueron muchos los hombres y las mujeres de nuestro país que dieron un aporte, en la mayoría de los casos desde el anonimato. La lucha del pueblo salvadoreño era un faro para el socialismo, para el antiimperialismo del continente.
»Por aquellos días, además, nosotros asistíamos a un momento de derrota en Venezuela. En ese contexto me motivé a estudiar la historia de ese pueblo y de ahí surgió este libro que seguramente posea serias deficiencias, pero que fue escrito con una profunda admiración y un gran amor por el significado de esa lucha».
A propósito de su folleto ¿Reforma o Revolución en América Latina? El proceso venezolano, ¿cómo evalúa este formato editorial breve de la colección Contexto Latinoamericano de Ocean Sur?
—Es un formato muy práctico, si tomamos en cuenta las características de la vida actual
con su acelerado devenir, donde la gente es dada a buscar respuestas rápidas, sintéticas. Particularmente en el caso de Venezuela nos parece —y aunque en estos años de Revolución se ha hecho un gran esfuerzo por fomentar la lectura— que la cultura se ha hecho cada día más televisiva. Mucha gente se conforma con la información —o desinformación— que le llega a través de la pantalla; existe poco hábito de lectura. Me parece un acierto entonces, que Ocean Sur ponga en nuestras manos esta colección de ensayos breves.
Este folleto, además de aportar su análisis al debate “reforma o revolución”, también deviene un balance de la gestión de Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana. ¿Qué retos quedan pendientes?
—La Revolución Bolivariana irrumpe en un momento que en otros trabajos hemos denominado “de sequía revolucionaria”. Era tal vez el momento de mayor retroceso de la Revolución mundial y en lo particular, en la sociedad venezolana se vivía una gran podredumbre política. El primer mérito de este proceso fue precisamente la dignificación del hecho político; pero la cosa no quedó allí, ella trajo aparejado el rescate de la pertinencia de los cambios políticos, de la Revolución en el continente. Y más recientemente, ha logrado reinstalar a escala planetaria el debate sobre el socialismo. Esto —parafraseando al propio Chávez— no es poca cosa.
»El proceso ha recorrido un camino complejo, inédito, como complejo y atípico ha sido el desarrollo del capitalismo en la sociedad venezolana. En él ha estado permanentemente enfrentada la Revolución a la Reforma. Eso marca las distintas etapas —ya diferenciadas— por las cuales ha transitado. Ahora está planteada la construcción de la sociedad socialista y se hace necesario un proceso de elaboración teórica y ejecución práctica que pasa por algunos debates pendientes. Ojala el Congreso Extraordinario del PSUV sea efectivamente el escenario para revisar temas como el camino venezolano al socialismo.
»Debemos revisar por ejemplo, los aciertos y desaciertos en el fomento de la economía social. No se trata de simple voluntarismo. Los retos son inmensos y aquí surge de anteojito la necesidad de un Partido verdaderamente revolucionario que sea capaz de potenciar la voluntad colectiva de cambio. Todo ello debe darse en medio de un combate radical contra la corrupción y demás vicios presentes en la actualidad. Al frente de las tareas deben estar cuadros revolucionarios, no podrá ser de otra forma».
En su análisis sobre el debate “reforma o revolución” no es muy mencionado el papel de los medio masivos de difusión. ¿No lo considera decisivo?
—El folleto ¿Reforma o Revolución en América Latina? El proceso venezolano, es un ensayo muy breve donde varios problemas están enunciados, mas no desarrollados. Obviamente, los medios juegan un papel de primer orden en la política del siglo XXI, son un fenómeno que ha venido en ascenso cobrando un rol cada vez mayor, digamos, desde la década de los 70 del siglo pasado para acá. Esto ha hecho creer a mucha gente que, por ejemplo, las fuerzas sociales ya no poseen mayor importancia en el rumbo del acontecer político, por el contrario, han sido reemplazadas por la mediática. Lo más peligroso de todo esto es que los Estados Unidos y sus aliados controlan aproximadamente el 90% de los medios masivos de difusión del mundo.
»En el debate que vive la sociedad venezolana, por supuesto, han incidido notablemente, al punto que algunos medios de oposición han sustituido sus partidos políticos. Sobre este tema ya circulan varios estudios elaborados por especialistas».
Justamente en una de las menciones a los medios, precisa usted que “la batalla por la conquista de la conciencia es la lucha mas tenaz que tiene la Revolución por delante”. Ahora, tras más de una década al frente del país, ¿cuánto se ha avanzado en la concientización de la sociedad? Teniendo en cuenta que esta sería una de las más poderosas armas defensivas de la Revolución, ¿se ha llegado a un punto de irreversibilidad del proceso?
—La historia se ha encargado de demostrar que no es tan así eso de la irreversibilidad de los procesos de cambio. Superar siglos de una cultura de dominación es una tarea nada fácil. ¿Cuántas veces uno mismo, con algún tiempo de militancia revolucionaria, no reproduce valores de la sociedad burguesa decadente? Ahora bien, en la Venezuela de la Revolución Bolivariana se han llevado adelante grandes batallas para la elevación de la conciencia, se han masificado insumos culturales; se libra un permanente combate por el rescate de nuestros valores identitarios como pueblo, por el rescate de nuestro pasado histórico —particularmente el comandante Chávez desarrolla una incansable labor pedagógica al respecto— y en gran medida el protagonismo de las mayorías genera un sentido de pertenencia de lo que vamos construyendo.
»Al lado de esto, nos encontramos con la complejidad de hacer transformaciones en una sociedad que lleva —poco más, poco menos— un siglo de una economía basada fundamentalmente en el rentismo petrolero, donde los valores del “modo de vida americano” han estado muy arraigados».
Dice usted más adelante que “el proceso de cambio será sometido en el futuro inmediato, a las pruebas más decisivas a que se haya enfrentado hasta el presente”. ¿Cuáles serán esas pruebas?
—El proceso Bolivariano se desarrolla en constante choque con la burguesía transnacional, con el imperialismo norteamericano en primer lugar y sus aliados en el continente —entre los que destaca por su servilismo el gobierno de Colombia— y choca, además, con un sector importante de la propia población venezolana absorbida y embrutecida por la propaganda derechista. Vive un cerco de fuerzas militares en creciente desarrollo y un bombardeo mediático-propagandístico permanente. Tenemos entonces un enemigo externo y una quinta columna interna.
»En el futuro inmediato la Revolución se pondrá a prueba tanto en el campo electoral —necesitamos conservar las dos terceras partes de la Asamblea Nacional—, como en terrenos no democráticos donde también se visualizan riesgos, como por ejemplo, el sabotaje, la infiltración paramilitar auspiciada por el Estado colombiano, las provocaciones que puedan surgir desde el exterior, etc.
»Tiene también que doblegar los valores de la sociedad burguesa presentes en un grado alto en nuestra sociedad y lo que es aún más grave, en nuestras propias filas. De lo contrario será poco lo que se avance en el proceso de socialización».
¿Cuán cercano estima un futuro de unidad latinoamericana y bolivariana?
—La batalla por la soñada unidad de América Latina, la batalla por construir una sociedad socialista en este lado del mundo, no tiene mayor posibilidad si se concibe aisladamente en los distintos países del Continente. Estamos enfrentados a un enemigo poderoso en extremo: la burguesía transnacionalizada. Nuestra América, aparte de ser codiciada por su mercado, es poseedora de materiales que escasean en el mundo de hoy —energía, agua y biodiversidad—. Para los imperialistas norteamericanos, de lo que se trata hoy es de recomponer su hegemonía sobre la región; para los imperialistas europeos se trata de una especie de recolonización por métodos hasta ahora amigables.
»Frente a esta realidad se desarrollan distintas iniciativas que apuntan a la búsqueda de la unidad de las fuerzas revolucionarias. El comandante Chávez ha lanzado la idea de avanzar hacia la conformación de una V Internacional; en el diciembre pasado se constituyó el Movimiento Continental Bolivariano. Ambos proyectos pudieran, a nuestro juicio, complementarse, o en todo caso, no son contradictorios.
»El Movimiento Continental Bolivariano pretende incluir todas las fuerzas en lucha en el continente sin hacer exclusión por la modalidad que esta asuma. Corresponde a las fuerzas de cada país determinar el camino que transite. La materialización en un solo movimiento transitará un camino complejo, máxime cuando el imperialismo ha logrado a nivel internacional satanizar la protesta social o cualquier lucha que trascienda los parámetros de la democracia burguesa; pero la realidad actual del imperialismo y la necesidad de la Revolución en el Continente lo reclaman. Cabe aquella sentencia de Argimiro Gabaldón: “El camino es duro, pero es el camino”».
A su juicio, ¿cuál sería el gran aporte venezolano al nuevo socialismo que se construye, tras el derrumbamiento del bloque socialista euroasiático que tanto desconcertó a la izquierda mundial?

—Sin dudas, la Revolución Bolivariana, bajo la conducción de Hugo Chávez, inició un recorrido en el sentido señalado por Mariátegui de ser creación y no copia; ha sorteado dificultades procurando en todo momento desarrollarse en paz y ha logrado importantísimos niveles de participación democrática de la población. Su modelo en construcción mantiene como eje el desarrollo del Poder Popular. Ha sido un referente para los pueblos e impulsada por el pensamiento del Libertador, ha tomado iniciativas concretas en función de la unidad de nuestra América.
»En otras revoluciones del continente también se desatan búsquedas que aportan al nuevo socialismo. Resultan interesantes, por ejemplo, los escritos del vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, donde relaciona la vida comunitaria de nuestros pueblos ancestrales con la propuesta marxista».
¿Qué opina de esfuerzos editoriales como los de Ocean Sur y, en general, de las iniciativas informativas contrahegemónicas que —entre otros objetivos— se proponen recuperar la memoria histórica de nuestros pueblos?
—El esfuerzo de Ocean Sur y de otros proyectos editoriales que trabajan en la misma dirección es simplemente invaluable. La batalla de las ideas a la que nos invita con insistencia el comandante Fidel Castro es un arma mortífera en este combate desigual contra las fuerzas del sistema; de ahí la importancia de impulsar las corrientes de la contracultura, de la contrahegemonía. Ocean Sur, que ya tiene editado un importantísimo número de títulos, valida con creces este trabajo al publicar, por ejemplo, varios trabajos inéditos del Che, de gran valor para el pensamiento socialista.
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Para ampliar información sobre el libro "El Salvador. Su historia y sus luchas (1932-1985)", pinche aquí: http://www.oceansur.com/product/el-salvador/
Para ampliar información sobre el folleto "¿Reforma o revolución en América Latina? El proceso venezolano", pinche aquí: http://www.oceansur.com/product/reforma-o-revolucion-en-america-latina-el-proceso-venezolano/

USAID detrás de los “Manos Blancas” Eva Golinger

12-02-2010


TeleSUR


Según el informe anual de 2009 sobre las actividades de la USAID en Venezuela, 32% de sus fondos multimillonarios han sido invertidos en grupos estudiantiles y juveniles vinculados con la oposición. De los 7,45 millones de dólares entregados a grupos y proyectos políticos en Venezuela durante 2009, una mayoría fueron destinados a “promover el debate político entre estudiantes para aumentar el nivel del discurso sobre algunos de los asuntos más importantes para los venezolanos” y para “reforzar el uso de las nuevas tecnologías mediáticas (como Twitter y Facebook) para mejorar el acceso a la información y permitir el debate abierto y productivo en Internet”.

En el último año, ha habido una explosión en Venezuela en el uso de Twitter y Facebook como mecanismos de promover campañas contra el gobierno venezolano y el Presidente Chávez. En septiembre 2009, se lanzó la campaña “No más Chávez” por Facebook, buscando crear una sensación exagerada a nivel mundial sobre la magnitud y potencial de la oposición venezolana. Últimamente, Twitter se ha convertido en un medio dominado por jóvenes venezolanos vinculados con la oposición violenta para promover matrices de opinión distorsionadas sobre la realidad en el país.

En octubre 2009, se fundó la Alianza de Movimientos Juveniles, una organización patrocinada y creada por el Departamento de Estado que agrupaba las agencias de Washington, los fundadores de las nuevas tecnologías, y dirigentes estudiantiles y jóvenes políticos seleccionados por EEUU. Su propósito era combinar tres sectores que juntos creaban la “receta perfecta” para lograr cambiar regímenes en países estratégicamente importantes para Washington. Participaron tres venezolanos - Yon Goicochea, Geraldine Álvarez y Rafael Delgado – quienes son fundadores del movimiento estudiantil de la oposición, “Manos Blancas”.

La USAID está activa en Venezuela desde agosto de 2002, momento en el que abrió una Oficina para las Iniciativas hacia una Transición (OTI) en Caracas. Hasta la fecha, ha financiado a más de 611 grupos y proyectos políticos en Venezuela con más de 50 millones de dólares. Según sus propios informes, su financiamiento ha estado dirigido a tres temas específicos: el apoyo a campañas y procesos electorales, la promoción del debate político y la promoción de la participación ciudadana y el liderazgo democrático.

Aunque desde 2002, la USAID ha estado financiando los partidos y grupos políticos de la oposición en Venezuela, es en el año 2005 cuando empezó a enfocar en el sector estudiantil para ir formando nuevo liderazgo favorable a los intereses de Washington. Un convenio entre la USAID y la Fundación “Educando País”, de fecha 2 de mayo de 2005, tenía como objetivo “la formación de líderes estudiantiles y juveniles”. El convenio, que otorgó casi 40.000 dólares para unos talleres de formación política para el sector estudiantil, también buscaba “reincorporar al joven y la universidad en la vida política de la nación.”

Otros programas financiados por la USAID en 2005 fueron dedicados a temas como “El rol del estudiante universitario y la agenda universitaria en torno a la gobernabilidad, la democracia y la tolerancia”, “El papel del movmiento estudiantil universitario en la reconstrucción y reconciliación de Venezuela”, “La construcción de una agenda común que refleja el papel de los estudiantes en la política nacional” y “Reforzando las redes universitarias para promover la democracia”, entre otros.

Cinco años después, las inversiones de la USAID en el sector estudiantil en Venezuela han dado sus frutos. Aquellos que participaron en los talleres de formación patrocinados por la USAID, o que recibieron sus fondos para crear nuevas organizaciones políticas, hoy son los líderes y dirigentes políticos de la oposición, como Yon Goicochea, Freddy Guevara y Stalin González. Algunos ya han ganado cargos políticos, como concejales municipales, y otros son los candidatos para las próximas elecciones legislativas en septiembre 2010. Y otros siguen dirigiendo las actividades políticas del sector estudiantil opositor, creando nuevos liderazgos y acciones para captar jóvenes e incorporarlos en un plan de desestabilización.

Para el año 2010, el presupuesto de la USAID en Venezuela ha duplicado. Son casi 15 millones de dólares destinados a promover la desestabilización en el país e intentar provocar un cambio de régimen favorable a los intereses de Washington. El sector estudiantil sigue siendo el principal receptor de los fondos y lineamientos del norte.

Fuente: http://aporrea.org/ddhh/a94988.html

domingo, 14 de febrero de 2010

Hora de definiciones

Por: Luis Bilbao
Fecha de publicación: 05/12/09









El primer paso está dado. Tiene un alcance estratégico fuera de lo común. Sacudirá derechas e izquierdas, a Oriente y Occidente. Entrará como tromba en cada organización política, sindical o social, en cada lugar del planeta.
Una sensación de vértigo atrapó a decenas de miles de hombres y mujeres que por televisión o internet escuchaban a Hugo Chávez en la noche del 20 de noviembre, víspera de la inauguración del Congreso extraordinario del Psuv, cuando ante delegados de partidos de una treintena de países, presentó una propuesta tan esperada como imprevista: poner manos a la obra para edificar la Vª Internacional.
Lo dijo el Presidente de una revolución en marcha. Y lo apoyaron de inmediato los representantes de otros tantos que afrontan la misma responsabilidad en Bolivia, Ecuador, Honduras. Los que están en el crudelísimo inicio de la transición y los que aspiran, con tierra bajo los pies, a comenzar el recorrido.
Es explicable el vértigo. En un año quedó completado un ciclo que transformó al mundo, a tal punto que pocos tienen conciencia plena de la nueva realidad y continúan actuando con los parámetros del pasado. Primero fue el derrumbe de la arquitectura financiera mundial, colocando a la vista de todos la realidad insoslayable de una crisis agónica del capitalismo. Luego la aceleración estadounidense por el camino de la guerra. Ahora la respuesta estratégica: una nueva Internacional. Ha llegado la hora de las definiciones.
Nada sorprende más que lo esperado durante mucho tiempo. El grueso de quienes escuchaban a Chávez en un Hotel alzado en la cima del Monte Ávila (por caso, nacionalizado y refaccionado por el gobierno revolucionario) saltó como resorte oprimido al que libera de pronto la palabra mágica: una ovación espontánea, cargada de asombro y complacencia, manifestó del modo más elocuente un respaldo que antes de todo responde a una necesidad siempre sentida, casi nunca expresada.

Salir del paréntesis histórico

Si el primer paso requería fuerza real, lucidez y osadía, los siguientes plantean exigencias aun mayores. Aunque la creación de cada Internacional ocurrió en el pasado en medio de grandes debates y confrontaciones ideológicas, el abigarrado conjunto de fracciones que a escala mundial se define como izquierda muestra hoy un grado de confusión ideológica y diversidad política sin precedentes. Será tarea difícil aunarla, darle organicidad y dirección de marcha. Desde que la derrota de la Comuna de París destruyó la 1ra Internacional, en cada paso, a la par de victorias y derrotas, grandes contingentes concluyeron asimilándose al sistema al cual originalmente combatieron. Además, al otro lado de la barricada, el capital acumuló infinita experiencia y poderosos tentáculos listos para la acción. El reformismo es una constante. Pero hay más: aparte las excusas reformistas, las incógnitas a resolver son inmensas y a prueba de oráculos:
1.    ¿qué definiciones ideológicas y programáticas trazarán el contorno de la Vª Internacional?
2.    ¿qué organizaciones concurrirán a su formación? ¿qué relación habrá entre las grandes formaciones con responsabilidades gubernamentales y los demás partidos o agrupamientos revolucionarios?
3.    ¿qué estructura adoptará la organización internacional, cómo se seleccionarán sus dirigentes y cómo se expresará en el plano nacional?
4.    ¿cómo se integrará a este conjunto multifacético la clase obrera mundial, que hoy no cuenta en lugar alguno con el vigor y la conciencia imprescindibles?
Hemos defendido posiciones netas respecto de estos temas. Rompiendo una tradición de esta columna, vamos a citar un texto propio, publicado en la revista Crítica en octubre de 2007:
“En la historia ha habido, conceptual y realmente, cuatro organizaciones internacionales anticapitalistas. La 1ra, en cuya fundación fueron figuras clave Marx y Engels, agregaba diferentes corrientes revolucionarias anticapitalistas. Surgió directamente del impulso de los propios obreros en lucha contra el sistema en Europa; las dos corrientes principales eran la que a poco andar se denominaría marxista, y la anarquista. La 2da, definida como socialdemócrata (con el sentido que tenía por entonces esa palabra, inverso al actual), se apoyaba en grandes partidos socialistas obreros de masas que para ese entonces se habían conformado en toda Europa, en Estados Unidos y en varios países latinoamericanos. La 3ra, fundada por Lenin y Trotsky, se definió como comunista, contraponiéndose al nombre de socialdemócrata, ya para entonces identificado con posiciones de sujeción a los intereses de las burguesías de cada país; su base de sustentación fueron los propios partidos socialdemócratas de masas, todos los cuales se fraccionaron dando lugar a Partidos Comunistas, que fundarían la Internacional con ese nombre. La 4ta, en realidad no llegó a ser una verdadera organización internacional con arraigo en la clase trabajadora. Nació como resultado de la degeneración stalinista en la Unión Soviética y la extensión de esa caída a la organización, el programa y la política de la 3ra Internacional a partir de su 5° Congreso. Su base de sustentación fue la Oposición de Izquierda en la Unión Soviética y su proyección en PPCC de todo el mundo. Luego tomaría el nombre de su principal promotor, León Trotsky. Asesinado éste en 1940, la organización degeneró a su vez, dando lugar a innumerables organizaciones casi invariablemente sectarias y minúsculas.
En la actualidad, por razones objetivas y subjetivas una organización internacional no puede pretender la homogeneidad ideológica que originalmente tuvieron la 2da, 3ra y 4ta. Por el contrario, en lo que hace a su heterogeneidad superaría largamente a la 1ra, aparte de que no resultaría del impulso consciente y organizado de una vanguardia obrera con aval de masas (subrayado ahora).
El punto de apoyo de una tal organización heterogénea sería la explícita decisión de lucha contra el imperialismo y por el socialismo del siglo XXI, asumiendo como punto de partida las incógnitas y ambigüedades que esa definición supone.
A la heterogeneidad ideológica, le correspondería un criterio organizativo que, obligando en términos de estrategia general a cada partido u organización integrante, permitiría la participación de diferentes organizaciones en un mismo país y no daría lugar a criterios unánimes de accionar político.
No obstante, la internacional no podría asimilarse al concepto de Frente. Más próxima al criterio de partido de masas, con heterogeneidad ideológica y homogeneidad política en cuestiones centrales que hagan a una estrategia hemisférica, y con toda la flexibilidad que requieran las diferencias de participación en cada país.
Esa contradicción se resolvería a favor de la cohesión, la homogeneidad política y la coherencia internacional a través del órgano de dirección internacional, que sólo podrá estar integrado por representantes de Partidos de aquellos países donde no exista más de una organización reconocida.
La organización de una internacional revolucionaria con estas características, lejos de ser una perspectiva lejana, es una necesidad inmediata. Defender los procesos revolucionarios en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, es tan impostergable como esforzarse por la recomposición de las fuerzas sociales y revolucionarias en los restantes países de la región”.
Parece innecesario insistir: no hay manera de procurar identidad ideológica y a la vez actuar como centro de unidad social y política en ningún país, tanto menos a escala mundial. De modo que la Vª Internacional será obligadamente diferente a las tres anteriores y, semejante en punto a diversidad interna con la Ira, irá todavía más allá de aquélla e integrará numerosos agrupamientos diferenciados dentro de cada corriente misma. Las múltiples definiciones marxistas, cristianas, nacionalistas, tendrán su punto de comunión en la determinación revolucionaria y la voluntad consecuente de confrontación con el imperialismo y las burguesías nacionales. Va de suyo que esto dejará mucho por fuera; pero a la vez incluirá una inmensa diversidad. Una fuerza desde el inicio poderosísima, en condiciones de crecer en progresión geométrica.

Inercia y fuerzas centrífugas

Aunque causara sorpresa, esta decisión de Chávez no fue un impulso de último momento. En 2007, al inicio mismo de la construcción del Psuv, en su intervención del 25 de agosto ante los propulsores que darían nacimiento al partido de masas de la revolución bolivariana, el presidente venezolano dijo que 2008 sería el momento para “convocar a una reunión de partidos de izquierda de América Latina y organizar una especie de Internacional, una organización de partidos y movimientos de izquierda de América Latina y del Caribe”. Y abundó: “Hay un resurgimiento de la conciencia de los pueblos; deben seguir creciendo los movimientos, líderes y liderazgos de una izquierda nueva, de un proyecto nuevo”.
La paradoja es que mientras ese resurgimiento ocurre en los cimientos de la sociedad, sus expresiones políticas raramente lo expresan y en ningún caso lo alientan y conducen. En cierta medida eso quedó plásticamente plasmado en el salón del Hotel en la cima del Guaraira Repano, cuando Chávez lanzó su proclama: al lado de quienes dieron un salto de liberadora alegría, pudo verse rostros consternados. Y hasta hubo quienes, advertidos a tiempo, se ausentaron antes de verse obligados a exteriorizar su postura. Más sagaces aún, hubo partidos que directamente estuvieron ausentes del encuentro. Y ni qué decir del otro flanco, el infantoizquierdista, ausente en el recinto, atónito ante el desafío. La inercia de estructuras y cuadros adheridos a diferentes instancias del Estado capitalista, se combina con la fuerza centrífuga transmitida a importantes franjas de vanguardia espontánea en el movimiento de masas, por parte de agrupamientos que, ajenos a una teoría consistente, esgrimen el nombre de Marx, Lenin o Trotsky para tomar posición con la sencilla técnica de repetir generalidades obvias y ubicarse 45 grados a la izquierda de cualquier fenómeno político que aparezca.
Protegerse de y a la vez incluir a las partes sanas de estos fenómenos objetivos será una tarea no menor en la agenda de la Vª Internacional. Demandará un enorme esfuerzo teórico y organizativo. E impar habilidad para la conducción política.
Aprisionado por la tenaza de reformismo e infantoizquierdismo, el renacimiento de la asunción de banderas estratégica por parte de millones ocurre en medio de otra estridente paradoja: la acción no sólo precede a la teoría, sino que va tan por delante que en los hechos resulta impracticable su entrelazamiento efectivo. El pragmatismo aparece así como una tercera amenaza encastrada en las propias filas.
Desde este complejo punto de partida se despliega ya la idea de una Vª Internacional. El plan apunta a la realización del Congreso fundacional en abril próximo, en coincidencia con la culminación del largo proceso congresal extraordinario del Psuv. Por si faltase algo para darle más entidad a este momento histórico, Chávez invitó al Congreso del Psuv a Fidel Castro. Horas después de ese acto hizo un viaje no anunciado a Cuba, donde se reunió por siete horas con Fidel y otras cinco con Raúl, del que informaría posteriormente. Lo dicho: aceleración de tiempos; hora de definiciones.

Lo que vendrá

Pero... ¿qué poder es ése que acorta plazos y pone exigencias perentorias? La pregunta sólo cabe a quienes no han asimilado la magnitud y el sentido de los cambios vertiginosos ocurridos en el último año. El sistema capitalista ha ingresado en la crisis más abarcadora y profunda de su historia. Lejos de remontarse en los últimos meses, los costos de una pseudo recuperación la agravaron aún más. Es sólo cuestión de tiempo (en ningún caso prolongado) el reinicio de derrumbes mayores a los ocurridos en 2008, que además, porque sucederán en el ámbito de la producción y el comercio, no podrán ser paliados siquiera temporalmente con nuevas montañas de dinero ficticio, como se hizo un año atrás.  
Eso es sólo una parte de lo nuevo. La otra, visible para todo quien no decida taparse los ojos, es que Estados Unidos se ha lanzado a la guerra. La noción de que Washington está empantanado en Oriente y por ello no podrá emprender nuevas aventuras bélicas no sólo peca de simplista: desconoce que en situación de amenaza mortal un animal salvaje no mide riesgos. Atribuir racionalidad al desempeño histórico del capital es resultado del idealismo filosófico; o de la negativa por el temor cerval a lo que se tiene enfrente. Pero no hay modo de ocultarlo: un Presidente del partido Demócrata, culto, sagaz, con antecedentes progresistas y para mayor abundamiento afroamericano, es el vehículo de la maquinaria imperial y lleva la guerra a todo el mundo. Ahora mismo envía otros 35 mil soldados a Afganistán, mientras su secretaria de Estado teje la trama previa a ataques militares contra Irán y Suramérica. Barack Obama, flamante premio Nobel de la paz, monta bases militares en Colombia, Centroamérica y el Caribe, donde señorea ya la IV Flota. Realiza y sostiene el golpe en Honduras.
Entiéndase bien: el envío de 35 mil soldados más a Afganistán tiene como objeto acabar rápidamente con esa guerra que ya se ha extendido a Paquistán y deja al imperio en una ciénaga. Acabar rápidamente significa masacrar con mayor eficiencia a cientos de miles de seres humanos. Pero eso no es lo más grave: prueba con la contundencia de los hechos que Washington y su premio Nobel están acosados por la urgencia. En Afganistán u otro lugar, donde no esté planteado alcanzar los objetivos militares mandando más soldados, quedará sobre el tapete la utilización de armas atómicas, tácticas o de las otras.
Por lo demás, hay que ser voluntariamente ciego y sordo para no admitir que en el terreno de las comunicaciones la confrontación ya ha comenzado con carácter de guerra mundial: de manera alevosa, unificada como nunca antes en la historia, la prensa comercial, en todo el planeta y con apenas alguna excepción, se hunde en una campaña de mentiras, tergiversaciones y manipulación que no tiene precedentes en su ignominiosa trayectoria.
¿Para qué vino el presidente israelí Shimon Peres a América del Sur, sino para anunciar, desde Buenos Aires y con el mayor descaro, que “Chávez y Ahmadinejad desaparecerán en los próximos meses”? ¿Qué efecto tendría sobre América Latina el asesinato de Chávez? ¿Qué seguiría en el Medio y Extremo Oriente si Ahmadinejad fuese ultimado? ¿Y por qué el sionismo, con toda su parafernalia comunicacional, se ha puesto al servicio de tamaña provocación comprometiendo incluso a las comunidades judías de nuestros países?
Es preciso analizar con cuidado los textos publicados en esta edición: la reflexión de Fidel Castro, los fragmentos del discurso de Chávez, el Compromiso de Caracas.
No hay modo de eludir la respuesta: acosado por la crisis agónica que demuele sus columnas, el imperialismo se ha lanzado por el camino de la guerra.
Pero esa conclusión obvia no es ahora el dato más relevante de la realidad mundial. No hay punto de exageración al afirmar que el núcleo de mayor proyección es ya la decisión de fundar una nueva Internacional. Porque la locura guerrerista del imperialismo sólo puede ser detenida por cientos, acaso miles de millones de personas que en todo el planeta abracen la tarea, conscientes y organizados. Hasta ahora siquiera estaba planteada como estrategia la edificación de una instancia unificadora a esa escala. Infinidad de iniciativas con aristas humanitarias y positivas, se empeñaron y continúan empeñándose en eludir la única respuesta posible a la crisis del capitalismo. Que lo piensen bien los cuadros de grandes formaciones reformistas, políticas o sindicales; que lo piensen bien agrupamientos aguerridos pero encerrados en círculos de pequeñez y marginalidad; que lo piensen bien los intelectuales proclives a la comodidad del poder; que los piensen bien todos, antes de negarse a ser parte de esa tarea clave para la humanidad: ponerle freno a la locura capitalista. Ese objetivo resume hoy en una consigna: construir la V Internacional.






Copyleft 2002, Aporrea.org

La Revolución Bolivariana y Las Antillas

Fidel Castro Ruz
La Jornada


Me gustaba la historia como a casi todos los muchachos. También las guerras, una cultura que la sociedad sembraba en los niños del sexo masculino. Todos los juguetes que nos ofrecían eran armas.
En mi época de niño me enviaron para una ciudad donde nunca me llevaron al cine. Entonces no existía la televisión y en la casa donde vivía no había radio. Tenía que usar la imaginación.
En el primer colegio adonde me llevaron interno, leía con asombro sobre el Diluvio Universal y el Arca de Noé. Más tarde consideré que era quizás un vestigio que la humanidad guardaba del último cambio climático en la historia de nuestra especie. Fue, posiblemente, el final del último período glacial, que se supone tuvo lugar hace muchos miles de años.
Como es de suponer, más tarde leí con avidez las historias de Alejandro, César, Aníbal, Bonaparte y, por supuesto, todo cuanto libro caía en mis manos sobre Maceo, Gómez, Agramonte y demás grandes soldados que lucharon por nuestra independencia. No poseía cultura suficiente para comprender lo que había detrás de la historia.
Más adelante centré mi interés en Martí. A él le debo en realidad mis sentimientos patrióticos y el concepto profundo de que Patria es humanidad. La audacia, la belleza, el valor y la ética de su pensamiento me ayudaron a convertirme en lo que creo que soy: un revolucionario. Sin ser martiano, no se puede ser bolivariano; sin ser martiano y bolivariano, no se puede ser marxista, y sin ser martiano, bolivariano y marxista, no se puede ser antiimperialista; sin ser las tres cosas no se podía concebir en nuestra época una Revolución en Cuba.
Hace casi dos siglos, Bolívar quiso enviar una expedición al mando de Sucre para liberar a Cuba, que mucho lo necesitaba, en la década de 1820, como colonia azucarera y cafetalera española, con 300 mil esclavos trabajando para sus propietarios blancos.
Frustrada la independencia y convertida en neocolonia, no se podía en Cuba alcanzar jamás la dignidad plena del hombre, sin una revolución que pusiera fin a la explotación del hombre por el hombre.
“…yo quiero que la ley primera de nuestra república sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.”
Martí, con su pensamiento, inspiró el valor y la convicción que llevó a nuestro Movimiento al asalto de la fortaleza del Moncada, lo que jamás habría pasado por nuestras mentes sin las ideas de otros grandes pensadores como Marx y Lenin, que nos hicieron ver y comprender las realidades tan distintas de la nueva era que estábamos viviendo.
Durante siglos, en nombre del progreso y el desarrollo, se justificó en Cuba la odiosa propiedad latifundista y la fuerza de trabajo esclava, que había sido precedida por el exterminio de los antiguos habitantes de estas islas.
De Bolívar, Martí dijo algo maravilloso y digno de su gloriosa vida:
“…lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía.”
Déme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.
En Venezuela, como en las Antillas hicieron otras, la potencia colonial sembró caña, café, cacao, y llevó también como esclavos a hombres y mujeres de África. La resistencia heroica de sus indígenas, apoyándose en la naturaleza y extensión del suelo venezolano, impidió el aniquilamiento de los habitantes originales.
Con excepción de una parte al Norte del hemisferio, el inmenso territorio de Nuestra América quedó en manos de dos reyes de la Península Ibérica.
Sin temor puede afirmarse que, durante siglos, nuestros países y los frutos del trabajo de sus pueblos han sido saqueados, y continúan siéndolo por las grandes empresas transnacionales y las oligarquías que están a su servicio.
A lo largo de los siglos XIX y XX, es decir, durante casi 200 años después de la independencia formal de la América Ibérica, nada cambió en esencia. Estados Unidos, a partir de las 13 colonias inglesas que se rebelaron, se expandió hacia el Oeste y el Sur. Compró Luisiana y Florida, le arrebató más de la mitad de su territorio a México, intervino en Centroamérica y se apoderó del área del futuro Canal de Panamá, que uniría los grandes océanos al Este y el Oeste del continente por el punto donde Bolívar deseaba crear la capital de la mayor de las repúblicas que nacería de la independencia de las naciones de América.
En aquella época, el petróleo y el etanol no se comercializaban en el mundo, ni existía OMC. La caña, el algodón y el maíz eran cultivados por esclavos. Las máquinas estaban por inventarse. Avanzaba con fuerza la industrialización a partir del carbón.
Las guerras impulsaron la civilización, y la civilización impulsó las guerras. Estas cambiaron de carácter, y se hicieron más terribles. Finalmente se convirtieron en conflictos mundiales
Por fin éramos un mundo civilizado. Incluso, lo creemos como cuestión de principios.
Pero no sabemos qué hacer con la civilización alcanzada. El ser humano se ha equipado con armas nucleares de inconcebible certeza y aniquiladora potencia, mientras desde el punto de vista moral y político, ha retrocedido bochornosamente. Política y socialmente, estamos más subdesarrollados que nunca. Los autómatas están sustituyendo a los soldados, los medios masivos a los educadores, y los gobiernos empiezan a ser sobrepasados por los acontecimientos sin saber qué hacer. En la desesperación de muchos líderes políticos internacionales se aprecia la impotencia ante los problemas que se acumulan en sus despachos de trabajo y las reuniones internacionales cada vez más frecuentes.
En esas circunstancias, tiene lugar en Haití una catástrofe sin precedentes, mientras en el lado opuesto del planeta continúan desarrollándose tres guerras y una carrera armamentista, en medio de la crisis económica y conflictos crecientes, que consume más del 2,5% del PIB mundial, una cifra con la que podrían desarrollarse en poco tiempo todos los países del Tercer Mundo y tal vez evitar el cambio climático, consagrando los recursos económicos y científicos que son imprescindibles para ese objetivo.
La credibilidad de la comunidad mundial acaba de recibir un duro golpe en Copenhague, y nuestra especie no está mostrando su capacidad para sobrevivir.
La tragedia de Haití me permite exponer este punto de vista a partir de lo que Venezuela ha hecho con los países del Caribe. Mientras en Montreal las grandes instituciones financieras vacilan sobre qué hacer en Haití, Venezuela no vacila un minuto en condonarle la deuda económica, de 167 millones de dólares.
Durante casi un siglo las mayores transnacionales extrajeron y exportaron el petróleo venezolano a ínfimos precios. Venezuela se constituyó durante decenios en el mayor exportador mundial de petróleo.
Es conocido que cuando Estados Unidos gastó cientos de miles de millones de dólares en su guerra genocida de Vietnam, matando e invalidando millones de hijos de ese heroico pueblo, también rompió unilateralmente el acuerdo de Bretton Woods suspendiendo la conversión en oro del dólar, como estipulaba el acuerdo, y lanzando sobre la economía mundial el costo de esa sucia guerra. La moneda norteamericana se devaluó y el ingreso en divisas de los países caribeños no alcanzaba para pagar el petróleo. Sus economías se basan en el turismo y las exportaciones de azúcar, café, cacao y otros productos agrícolas. Un golpe anonadante amenazaba las economías de los Estados del Caribe, con excepción de dos de ellos exportadores de energía.
Otros países desarrollados eliminaron las preferencias arancelarias a exportaciones agrícolas caribeñas, como el banano; Venezuela tuvo un gesto sin precedentes: le garantizó a la mayoría de esos países suministros seguros de petróleo y facilidades especiales de pago.
Nadie se preocupó, en cambio, por el destino de esos pueblos. De no haber sido por la República Bolivariana una terrible crisis habría golpeado a los Estados independientes del Caribe, con excepción de Trinidad-Tobago y Barbados. En el caso de Cuba, después que la URSS colapsó, el Gobierno Bolivariano impulsó un crecimiento extraordinario del comercio entre ambos países, que incluía el intercambio de bienes y servicios, que nos permitió enfrentar uno de los períodos más duros de nuestra gloriosa historia revolucionaria.
El mejor aliado de Estados Unidos, y a la vez el más bajo y vil enemigo del pueblo, fue el farsante y simulador Rómulo Betancourt, Presidente electo de Venezuela cuando triunfó la Revolución en Cuba en 1959.
Fue el principal cómplice de los ataques piratas, los actos terroristas, las agresiones y el bloqueo económico a nuestra patria.
Cuando más lo necesitaba nuestra América, estalló finalmente la Revolución Bolivariana.
Invitados a Caracas por Hugo Chávez, los miembros del ALBA se comprometieron a prestar el máximo apoyo al pueblo haitiano en el momento más triste de la historia de ese legendario pueblo que llevó a cabo la primera Revolución social victoriosa en la historia del mundo, cuando cientos de miles de africanos al sublevarse y crear en Haití una República a miles de millas de sus tierras natales, llevaron a cabo una de las más gloriosas acciones revolucionarias de este hemisferio. En Haití hay sangre negra, india y blanca; la República nació de los conceptos de equidad, justicia y libertad para todos los seres humanos.
Hace 10 años, en instantes en que el Caribe y Centroamérica perdieron decenas de miles de vidas durante la tragedia del huracán Mitch, se creó en Cuba la ELAM para formar médicos latinoamericanos y caribeños que un día salvarían millones de vidas, pero en especial y por encima de todo, servirían como ejemplo en el noble ejercicio de la profesión médica. Junto a los cubanos estarán en Haití decenas de jóvenes venezolanos y otros latinoamericanos graduados en la ELAM. De todos los rincones del continente han llegado noticias de muchos compañeros que estudiaron en la ELAM, que desean colaborar junto a ellos en la noble tarea de salvar vidas de niños, mujeres y hombres, jóvenes y ancianos.
Habrá decenas de hospitales de campaña, centros de rehabilitación y hospitales, donde prestarán servicios más de mil médicos y estudiantes de los últimos años de la carrera de Medicina, procedentes de Haití, Venezuela, Santo Domingo, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Chile y los demás países hermanos. Tenemos el honor de contar ya con un número de médicos norteamericanos que también estudiaron en la ELAM. Estamos dispuestos a cooperar con aquellos países e instituciones que deseen participar en estos esfuerzos para prestar servicios médicos en Haití.
Venezuela aportó ya casas de campaña, equipos médicos, medicamentos y alimentos. El gobierno de Haití ha brindado toda su cooperación y apoyo a este esfuerzo por llevar los servicios de salud gratuitamente al mayor número posible de haitianos. Será para todos un consuelo en medio de la mayor tragedia que ha tenido lugar en nuestro hemisferio.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2010/02/09/index.php?section=opinion&article=023a1mun