Revolución Bolivariana: año de desafíos
Los militantes y simpatizantes nuestroamericanos de la revolución bolivariana intuyen y saben que las elecciones presidenciales en Venezuela el próximo 7 de octubre son decisivas para el proyecto popular del continente y más allá. Algunos, preocupados de buena fe, podrían inclusive cuestionar el hecho que el destino de la revolución se juegue a todo a nada en un día, y así poner en riesgo una esperanza revolucionaria, los vientos de cambio, unidad y antiimperialistas generados por este proyecto. Sin embargo, a sabiendas que la mayoría del pueblo venezolano ya está asumiendo lo que se juega éste 7 de octubre, debemos comprender que el proyecto revolucionario bolivariano es una construcción política que no solo se expresa en un acto electoral, sino un quehacer diario que se puede remontar como clara referencia desde hace 20 años, un 4 de febrero cuando irrumpe la rebelión militar que sacude la historia contemporánea del país. Sin desconocer las gestas revolucionarias que antecedieron al 4F, sino más bien estos fueron enraizando el rescate del bolivarianismo y la construcción unidad pueblo-ejercito, pero se puede decir que estos 20 años han sido una escuela de conciencia, de forja de un liderazgo que junto a su pueblo parieron el proyecto popular, nacional, antiimperialista y socialista. Por ello estas próximas elecciones, son un desafío más de la revolución, la necesaria revolución de octubre como lo ha llamado Chávez, y lejos de excesos de optimismos ni la sola apelación la fe, debemos desplegar todas nuestras fuerzas, dentro y fuera de Venezuela a un triunfo inapelable y contundente de Hugo Chávez Frías.
Ahora bien, sabemos que una elección presidencial convencional se entrecruza una multiplicidad de factores, el liderazgo, la gestión, efecto mediático, mensaje propagandístico, programa etc. Pero todos sabemos que esto no será tan sencillo, va ser una batalla dura y sobre todo en la visión del imperio y su maquinaria mediática, que hará todo lo necesario de ensuciar este proceso electoral. Los pre- candidatos de la oposición, cualquiera de ellos, representan los intereses de la contrarrevolución, de clase, el golpismo, el volver al pasado, las privatizaciones, la eliminación de las misiones, la entrega de la soberanía y en especial el petróleo. El próximo 12 de febrero debería resolverse el candidato único de la oposición, ya sea por interna o acuerdo de cúpulas. Pero cualquiera que sea, será el elegido del departamento de estado, no porque éste crea que le pueda ganar a Chávez, sino porque será el más funcional en su estrategia hacia las elecciones y más allá. No hay encuesta propia ni ajena, donde Chávez no tenga menos de 60% aprobación de gestión e intención de voto, y eso exige al departamento de estado y todas sus fuerzas mediáticas, políticas, de inteligencia alrededor del mundo, a asumir falta de liderazgo de su candidato, con la estrategia de minar el acto electoral, cuestionar los resultados, desconocer el árbitro electoral, quebrar la unidad pueblo – fuerzas armadas y la guerra sucia necesaria en todos los terrenos para tratar de evitar el triunfo del líder Bolivariano. Muestra de esa guerra, es la profusa campaña de que a Chávez le queda menos de 9 meses de vida por el cáncer que se habría diseminado, en la imaginación perversa de los órganos de propaganda sucia en el culto de la muerte. Ese es compañeros, el escenario principal que debemos esperar y sobre todo neutralizar y pulverizar. Estamos llamados a asumir con decisión el reto popular y antiimperialista al lado pueblo de Bolívar, para que esta estratagema de desconocer la voluntad popular que como en Rusia y Nicaragua se intentó aplicar, y los impunes antecedentes de agresión a Libia y Siria de un imperio decadente y desenfrenado que es capaz de promover.
De este lado los logros de la revolución en estos 13 años son más que evidentes. De ellos se destaca el propio liderazgo de Chávez, que después de la emboscada de la vida que el cáncer puso a prueba, hoy se lo ve saludable, fortalecido físicamente e intelectualmente, más radical decidido, y consciente de su rol histórico. Quienes apuestan a la muerte física y política de Chávez, pretenden desmoralizar al pueblo, pero muchas cosas se han acelerado en estos pocos meses, desatando muchas pasiones amorosas y odios desenfrenados de los burgueses. A Chávez le impactó sobremanera los acontecimientos, pero creo que presencia de Fidel en esos duros momentos, la respuesta popular de apoyo, su capacidad de revisarse profundamente, es lo que está ayudando a encontrar su centro vital (en sus propias palabras). Recostado en los afectos, en la lectura, en su fe cristiana, en la conciencia del deber histórico y con una decisión impresionante de vivir, está logrando convertir este nuevo desafío en iniciativa a la altura del 4 de febrero del 92, y del 13 de abril del 2002. Con esta disposición revolucionaria, reafirma la independencia y la soberanía y pone en el centro a la política con mayúsculas. Relanzadas las misiones en las cinco principales, gran misión vivienda, agrovenezuela, el amor mayor, hijos de Venezuela, saber y trabajo, potenciando los esfuerzos del gobierno y pueblo para atravesar el piso duro de la pobreza. Está en pleno debate popular la ley orgánica del trabajo que será aprobado el 1 de mayo y promete profundizar los derechos de la clase obrera con un sentido socialista. El poder popular, el control obrero, construcción del poder comunal y formas socializantes de producción más solidarias, igualitarias y justas son la esencia del proyecto encuadrados en la constitución bolivariana, y hacia ello se destinan los mayores esfuerzos de la transición al socialismo. Reafirmando el proyecto de democracia popular, antiimperialismo consecuente y más socialismo, se pone en marcha toda la potencialidad del PSUV y ensanchando sus bases con el Gran Polo Patriótico, incorporando a los movimientos sociales y a otras organizaciones revolucionarias al desafío patriótico de la revolución de octubre. Unidad, unidad y más unidad será la garantía del triunfo contra la antipatria y los planes del imperio.
También somos conscientes y autocríticos de los errores, carencias, debilidades y desviaciones de la revolución. Burocratismo, ineficiencia, corrupción, sectarismo, reformismo, demagogia son distintas caras que desde nuestras propias filas atentan a la revolución y dan pasto a la burguesía a la total negación de los logros populares. Es parte del desafío, reconocer los problemas, enfrentarlos con firmeza y convicción, vigilancia popular y sobre todo el liderazgo de Chávez el principal autocrítico de este país. También hay las más variadas críticas justas campo de la revolución que deberemos seguir debatiedo y poner en el terreno de la realidad y el veredicto del pueblo, pero de ninguna manera poner en riesgo la fortaleza de la unidad. Asimismo no hay que desconocer los efectos de la recesión por la crisis del capitalismo mundial, la crisis eléctrica, y los devastadores efectos climáticos, primero sequía sin precedentes y luego inundaciones desoladoras que afectan principalmente a los pobres. Pero convertir las adversidades en esperanza y organización social son parte inherente del grado de conciencia de este pueblo y su gobierno. Asimismo sabemos que solos no podremos afianzar esta revolución, que somos parte de un proyecto de liberación y unidad regional, y que nuestro norte es el sur. Apelar a lo que sembrado el proyecto bolivariano a través de una diversidad de iniciativas, Alba, Unasur, Celac, telesur, y sobre todo a la unidad por las bases, la solidaridad y hermandad de los pueblos, no es solo posible sino imprescindible. En esta hora de desafíos sabemos que vamos a contar con aporte de la militancia en todos los rincones de nuestraamerica y será necesario estar atentos y activos ante cualquier intento de desconocer la voluntad popular en la Republica Bolivariana de Venezuela. Este país se respeta.
Venceremos un abrazo bolivariano Rodolfo Carballo en somos sur
www.somossurnuestroamericano.blogspot.com
