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desde Cumaná

lunes, 4 de abril de 2011



“Sin confrontación no puede haber logros sociales”
ENTREVISTA
ELÍAS JAUA MILANO


04/04/11.-—Líderes opositores han esbozado su plan de gobierno, hasta ahora muy oculto: privatizar todo lo que haya que privatizar. ¿Qué opinión le merece ese repentino arranque de transparencia?

—Es una muestra de sus contradicciones internas. Por un lado, los llamados socialdemócratas se han lanzado a promover una oferta electoral demagógica para hacer creer al pueblo que se puede alcanzar el Estado social de derecho y de justicia con un gobierno de la derecha y sin necesidad de confrontar al capital. Mentira. El pueblo sabe que todo lo logrado en materia de inclusión, de avances sociales, pensiones, salarios, educación y salud ha sido producto de la confrontación con el capital. De ningún otro modo puede lograrse. Ahora bien, el discurso de ese sector es difícil de digerir por los sectores empresariales que financian a la dirigencia de la derecha. Es la presión de esos sectores la que lleva a otra parte de la oposición a expresar más abiertamente la realidad de su propuesta: la restitución del dominio del capital sobre el Estado y las políticas públicas.

—¿Y qué pasa del lado revolucionario? Hay líderes, incluyéndolo a usted, que deberían crecer, pero tienen el techo del liderazgo del presidente Hugo Chávez… ¿No se estará acumulando demasiada presión en la olla?

—No. Quienes acompañamos a Chávez tenemos la madurez política y la comunidad de ideas para comprender que este tiempo histórico va a estar marcado por su liderazgo. A la dirigencia que ha sido parida por la revolución y que él se ha encargado de formar, estimular, posicionar, nos corresponde acompañar al líder que el pueblo se dio. Chávez no es resultado de una imposición ni de unas primarias ni de un decreto, es el resultado de un liderazgo nacido de las esperanzas y aspiraciones del pueblo. Ninguno de nosotros tiene complejos respecto a eso.

—Por cierto, el Presidente ha dicho que el actual es el mejor gabinete que ha tenido en 12 años, ¿cuál es el secreto?

—Hay que preguntarle a él… Yo diría que, tanto en la dirección del partido como en la del Gobierno, después de mucho trajinar y de tantas deserciones y traiciones, el Presidente ha logrado conformar un equipo homogéneo en lo ideológico y político, con mucha mística de trabajo.

—Los pesuvólogos aseguran que usted es jefe de una tendencia interna. ¿Existe el jauismo? ¿A quién se contrapone?

—No, no existe. Lo puedo negar y quienes me conocen saben que soy adversario de esas cosas. Soy bolivariano, socialista y chavista. Es la única corriente a la que pertenezco. Mis esfuerzos han sido por contribuir a que las posiciones basadas en tendencias personales no sean parte de la cultura de la revolución. Creo en la necesidad de la confrontación de ideas en el seno del partido y del proyecto y de enfrentar las desviaciones y el reformismo, pero nunca personalizado en un individuo.

—Pero, siendo joven y ex Bandera Roja… ¿cómo lo trata la derecha endógena?

—Yo me preguntaría primero si existe la derecha endógena. Es un término, en forma de denuncia, de algunos sectores del chavismo, pero yo no la comparto porque no existe como corriente orgánica. Siempre los pensamientos de derecha en una revolución amplia y democrática como ésta han estado y van a estar presentes, pero la orientación estratégica muy clara, valiente y decidida del presidente Chávez ha sido hacia el socialismo y eso ha eliminado cualquier posibilidad de que el pensamiento de derecha sea hegemónico dentro del partido o de la revolución.

—¿Cómo se siente al ver a líderes de BR en la MUD?

—Eso se superó hace mucho tiempo, pues fui parte de una ruptura interna de BR. Nos expulsaron en 1991. Ahora, todos malos ejemplos de dirigentes de izquierda que se colocan a la derecha lo que hacen es reforzar en uno su postura ética, la convicción de que el triste papel de converso y traidor es exactamente el que uno no quiere terminar haciendo.

—Usted está en la parte operativa del Gobierno, ¿quién mejor para decirnos cuál es el problema más grave en lo interno: burocratismo, ineficiencia, cultura capitalista, corrupción?

—Lo que nos ha faltado es la capacidad de seguimiento y control de gestión y es esa falla la que nos hace vulnerables a todos esos males. Cuando logremos ejercer control y seguimiento, ninguno de esos vicios podrá prosperar. Por cierto, que esa debilidad demuestra que no tenemos un Estado omnipotente y supervisor de lo más mínimo. Nos hace falta mucho fortalecimiento institucional para que ese control sea posible.

—Según las hipótesis más pesimistas del Gobierno, luego de la invasión de Libia, país con materias primas estratégicas, ¿cuándo le toca a Venezuela?

—Una de las grandes virtudes del presidente Chávez y de la revolución bolivariana es haber impedido ese escenario con mucha audacia, una diplomacia valiente, relacionamiento con distintos polos de poder en el mundo y con el fortalecimiento de la organización y la conciencia de nuestro pueblo. El imperialismo no acostumbra, después de Vietnam, meterse en pueblos que sabe organizados y con dignidad para defender su territorio y su soberanía. Vamos a seguir luchando por crear las condiciones para que nuestro país nunca sea agredido. El esfuerzo en la recuperación de las relaciones con Colombia, por ejemplo, ha neutralizado los planes imperiales de atacar a través de un país vecino y hermano. Siempre será una posibilidad, en especial mientras más escaso sea el petróleo en el mundo, y por eso debemos estar cada día mejor preparados. Esa es la mejor defensa contra el imperialismo.

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“He ordeñado vacas …y sembrado yuca”

Nacido en Caucagua, estado Miranda, hace 41 años, Elías Jaua es sociólogo graduado en la UCV. Antes de vicepresidente, fue ministro de Agricultura y Tierras; de Economía Popular; y de la Secretaría de la Presidencia.

—El Presidente lo lanzó al redil con los terratenientes en un momento muy difícil. ¿Cómo enfrentó el reto de ser ministro de Agricultura sin haber ordeñado una vaca? ¿O sí la había ordeñado?

—Bueno, sí ordeñé vacas en Mérida, cuando iba a reunirme con campesinos. Alguna vez corté cambur y plátano en Barlovento. Ah, y también sembré yuca… jeje. El tema de la agricultura lo que necesita es mucha dirección política y comprensión del fenómeno social que es. Todo lo demás, los aspectos técnicos, están escritos y, además, tenemos apoyo de potencias en la materia como China, Argentina y Brasil. Llegamos a ese sector a fomentar un gran debate político en el que han participado desde la derecha recalcitrante hasta nuestros campesinos. Los dirigentes gremiales del sector privado no pueden admitirlo en público, pero saben que hemos hecho un gran esfuerzo por alcanzar acuerdos.

—Los avances de la revolución agraria han costado literalmente mucha sangre. ¿Por qué no se ha hecho justicia en los casos de líderes campesinos asesinados por el sicariato?

—Los casos de sicariato no son fáciles, pues los asesinos profesionales no dejan rastro y en la mayoría de los casos son personas que vienen de fuera, cometen el crimen y se van de nuevo. Por órdenes del comandante Chávez, se ha procurado garantizar la seguridad social de los sobrevivientes de las víctimas del sicariato. En los últimos dos años, ha habido muy pocos casos y han sido resueltos policialmente, detenidos sus autores materiales y hasta algunos autores intelectuales. Hay presos dos terratenientes y otro que huyó del país, está solicitado.

CLODOVALDO HERNÁNDEZ/CIUDAD CCS
FOTO ENRIQUE HERNÁNDEZ/CIUDAD CCS