martes, 27 de julio de 2010
denuncia de Eva Golinger
Documentos revelan que EEUU y Colombia planifican ataque contra Venezuela
“Los últimos acontecimientos confirman todos, o casi todos, lo que éstos discutieron en parte por aquí y otras informaciones que me han llegado desde arriba”, continuó la carta.
“La fase de preparación de la comunidad internacional, con ayuda de Colombia, está en plena ejecución”, manifestó el texto, haciendo referencia a la sesión extraordinaria en la Organización de Estados Americanos (OEA) el jueves pasado, durante la cual el Gobierno de Colombia acusó a Venezuela de apoyar “terroristas” y dar refugio a “campamentos terroristas” en territorio venezolano. El Gobierno colombiano dio un “ultimátum” de “30 días” a Venezuela para permitir una “intervención internacional”. El Departamento de Estado también apoyó la posición de Colombia e instó a Venezuela a que “debe responder frente a esta información ‘comprabada y confirmada”.
La misiva continuó con más detalles: “Te mandé a decir que tienen fecha límite los eventos el 26, pero por alguna razón están adelantando movimientos que eran para ejecutarse después”.
“En los Estados Unidos se acelera la fase de ejecución con una fuerza de contención hasta Costa Rica con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico”.
El primero de julio pasado, el Gobierno de Costa Rica autorizó la entrada de 46 buques de guerra y siete mil marines estadounidenses en su territorio.
El verdadero objetivo de esta movilización militar, destacó el documento, es para “apoyar operaciones militares” contra Venezuela.
Asesinato y derrocamiento
“Hay un acuerdo entre Colombia y Estados Unidos con dos objetivos: uno es Mauricio y el otro es el gobierno”, reveló el texto secreto. El presidente Chávez explicó que “Mauricio” es el seudónimo utilizado en estas comunicaciones.
“La operación militar va”, alertó el texto, y la realizarán “los del norte, pero no quieren entrar directamente a Caracas”.
“Están cazando a ‘Mauricio’ fuera de Caracas, es muy importante, te lo repito es muy importante”.
El presidente Chávez reveló que había recibido comunicaciones de la misma fuente en ocasiones anteriores alertándolo sobre amenazas peligrosas. Recibió una carta de la fuente días antes de la captura de más de cien paramilitares colombianos en las afueras de Caracas, que eran parte de un plan de asesinato contra el Jefe de Estado venezolano. Otra comunicación le llegó en las semanas antes del golpe de Estado de abril 2002. “La carta habló de francotiradores y el golpe”, explicó Chávez, “y tenía razón, la información fue veraz, pero no fuimos capaces de actuar a tiempo para prevenir la situación”.
Expansión militar de EEUU
Esta última revelación llega justo después de la decisión de romper relaciones con Colombia, tomada por el presidente Chávez luego del “show” de Colombia en la OEA.
“Uribe es capaz de cualquier cosa”, alertó Chávez, anunciando que el país está en máxima alerta y las fronteras serán reforzadas.
En octubre de 2009, Colombia y Estados Unidos firmaron un polémico acuerdo militar que autorizó a Washington la ocupación de siete bases militares y el uso del territorio completo para ejecutar sus misiones militares. Una de las bases señaladas en el acuerdo, Palanquero, fue citada en un documento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de mayo 2009, como necesaria para “conducir operaciones militares de amplio espectro” por todo el continente y para combatir “la amenaza de gobiernos anti-estadounidenses” en la región.
Palanquero también fue considerada una pieza crítica para la estrategia de movilidad global del Pentágono, como fue destacado en el Libro Blanco: Estrategia de Movilidad Global del Comando de Movilidad Aérea, publicado en febrero de 2009. “El Comando Sur ha identificado a Palanquero, Colombia (Base Germán Olano SKPQ), como un lugar de cooperación en seguridad (CSL por sus siglas en inglés). Desde este lugar, casi la mitad del continente puede ser alcanzado por un C-17 sin tener que reabastecer”.
El presupuesto de 2010 del Pentágono incluyó una solicitud de 46 millones de dólares para mejorar la instalación en Palanquero, para apoyar la “Estrategia de Postura de Teatro” del Comando Combatiente, y “dar una oportunidad única para operaciones de amplio espectro en una sub-región crítica de nuestro hemisferio donde la seguridad y estabilidad está bajo la constante amenaza de insurgencias terroristas, gobiernos anti-estadounidenses, la pobreza endémica y los frecuentes desastres naturales”.
El documento de la Fuerza Aérea de mayo de 2009 además reveló que Palanquero sería utilizada para “incrementar nuestra capacidad de conducir operaciones de Inteligencia, Reconocimiento y Espionaje (ISR por sus siglas en inglés), mejorar el alcance global… y aumentar la capacidad de guerra expedita”.
En febrero de 2010, la Dirección Nacional de Inteligencia de Estados Unidos clasificó a Venezuela y al presidente Chávez como “líder anti-estadounidense” en la región, en su informe anual de amenazas.
Estados Unidos también mantiene dos bases de operaciones de avanzada en Aruba y Curazao, a apenas pocos kilómetros de la costa venezolana. Durante los últimos meses, el Gobierno venezolano ha denunciado la intromisión no autorizada de varios aviones no tripulados (“drones”) y otras aeronaves extranjeras en territorio venezolano.
Al mismo tiempo, documentos oficiales de Estados Unidos recientemente desclasificados revelan entre US$ 40 y US$ 50 millones de dólares en financiamiento a grupos y medios anti-Chávez, para alimentar el conflicto dentro del país, ejecutar acciones de desestabilización y subversión interna, y promover matrices de opinión a escala internacional para justificar una agresión contra Venezuela.
Estas últimas revelaciones evidencian que están preparando un conflicto serio, peligroso y no justificado contra Venezuela; un país con una democracia vibrante y las más grandes reservas petroleras del mundo.